Los ruidos agresivos
Los ruidos tan comunes y agresivos en nuestra sociedad constituyen un peligro serio para la salud psíquica y física. Si los percibimos como intrusos, enemigos de nuestra paz y tranquilidad, nos crean graves tensiones. Además, pueden provocar rencores muy profundos cuando los asociamos a ciertas personas o partes de nuestra sociedad. Para vivir en paz y proteger la salud es preciso reconciliarse con ellos. Gracias al perdón y la reconciliación podemos cambiar nuestra actitud hacia los ruidos; y de ese modo reducir las tensiones y poner fin a los rencores y resistencias. Tal es el objetivo del siguiente ejercicio.