144.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
144.2. La casa que tú le puedes construir a Dios es la que Él construye dentro de ti con las palabras que tú le acoges. Tú no puedes abarcar a Dios, pero su Palabra, viviendo en ti, hace Casa donde Él sí cabe. Si quieres, pues hospedar a Dios, has de recibirle su Palabra. ¡Oh maravilla de la Palabra Divina, que siendo con el Padre y como el Padre fuente de toda gloria, es también humilde y piadosa, tanto como para venir al corazón del hombre!