La popular Wikipedia define EMO ante todo como un estilo de música, “derivado del hardcore punk nacido a finales de los años 80 y que se diferencia de éste por su sonido más lento y melódico. También está considerado una corriente del rock alternativo.” Originalmente alude a “EMOtional Hardcore,” algo así como rock duro pero capaz de expresar la complejidad propia de las emociones, y no simplemente los estallidos de ira, pasión o locura que suelen caracterizar al rock pesado. La mutilación, o por lo menos, el hacerse cortaduras no es ajeno a sus prácticas porque supuestamente, “un dolor físico ayuda a olvidar un dolor emocional.”
Esta complejidad emocional es el área común de los EMOs de todos los colores. La idea ha cuajado en un estilo de vida con características bien señaladas que giran en torno a la música que se oye, por supuesto, pero también a un modo de vestirse, unos temas de conversación, lugares de reunión y un aspecto corporal característico. El EMO típico debe ser andrógino (que no se sepa sino de muy cerca si es hombre o mujer), anoréxico, gregario con los otros EMOs, o de lo contrario solitario; ha de ser apático, lleno de odio hacia sí mismo y el mundo, pero con estallidos emocionales, a menudo feminoides, que vayan en paralelo a la música de bandas como SDRE, Jimmy Eat World o Finch.