Algunos puntos más característicos del magisterio y el talante pastoral de Benedicto XVI:
- La racionalidad es nota propia del acto de la fe (Ratisbona)
- La luz del Evangelio es una propuesta de paz, incluso entre los no creyentes (Mensaje a los Países del Medio Oriente, en mayo de 2008).
- Europa traiciona su identidad si desconoce o desprecia sus raíces cristianas.
- La Iglesia apuesta por un estado que sea laico, al modo estadounidense, y rechaza el modelo de estado laicista, a la manera que se propone con frecuencia en Europa. (A su retorno del viaje apostólico a los EEUU en abril de 2008)
- Ser creyente lo sitúa a uno en un ámbito transcultural que trasciende la escena política internacional actual. En particular, el latín es irrenunciable como puente con mil años de la historia de los cristianos. (Motu Proprio Summorum Pontificum)
- La palabra del Papa no tiene el mismo peso ni su autoridad se implica de la misma forma siempre. Su presencia pública ha de ser coherente con este principio en lo que atañe a las beatificaciones, en las cuales él no empeña su palabra como quien confirma en la fe a todos sus hermanos, como sí sucede en las canonizaciones.
- Por un motivo semejante ha de considerarse normal que la palabra del Papa, en cuanto teólogo, escritor o ciudadano, tenga su propio espacio y sea evaluada en sus propios términos. (Libro Jesús de Nazareth)
- Las heridas causadas por la división entre los cristianos en general han de sanarse en un orden de importancia y de tiempo que corresponda al orden en que sucedieron. El primero y maro esfuerzo ha de dirigirse hacia la Ortodoxia, luego hacia las confesiones cristianas nacidas de la Reforma, luego hacia los movimientos de tipo evangélico o pentecostal. (Viaje a Estambul el 30 de noviembre de 2007, Fiesta de San Andrés)
- La cuestión social pertenece a la integralidad del anuncio del Evangelio pero su lugar propio se circunscribe a la Doctrina Social de la Iglesia. (Conferencia Episcopal de Aparecida)
- Como institución, la familia va primero que el Estado, y el derecho a la vida, desde su concepción hasta su final natural, va primero que la ley positiva.