La gente toma sus catarsis. O se hace un detox. O se re-inventa. A veces se revienta.
La gente llega estresada de su trabajo. Sienten la cabeza a reventar. Dicen que necesitan un buen relax, un poco de budismo zen, aprender a meditar, “escaparse” a unas vacaciones.
La gente está urgida de entretenimiento. Oyen música todo el día, juegan X-Box todo la tarde, ven televisión todo la noche, tienen fiestas cada semana, se emborrachan cada vez que pueden, suspiran por una jubilación temprana y bien paga, quieren un paraíso donde todo brille, y huela y sepa bien.