Para algunos, fue cuestión de economía o política. Para otros, una fatalidad inevitable para un personaje incómodo. Para el mismo Cristo, su muerte fue el acto supremo que da la vida y que revela el amor más grande.
In Coena Domini
Jueves Santo
Hay que partirse para repartirse,
y para quedarse hay que saber partir:
se fue Jesús para ya nunca irse,
murió Jesús para ya no morir.
Hay que partirse para compartirse:
sólo el dolor es fuego y crisol;
sola la Cruz hizo la Carne Virgen
el Alimento de mi corazón.
Hay que partirse para despedirse
hay que romperse para a todos dar;
Cristo bendito, ¡cuánto entendiste,
cuando tu pecho se trocó en altar!