JESÚS ES CONDENADO A MUERTE.
Te adoramos, oh Cristo…
“En Pascua, Pilato concedía la libertad a un preso.
Había entonces uno llamado Barrabás. Un homicida.
La gente pidió que les soltaran a Barrabás.
-¿Y qué hago con el que llamáis rey de los judíos?
Ellos gritaron: -¡Crucifícale!
Pilato preguntó: Pues ¿cuál es su delito?
Pero ellos gritaban más y más: -¡Crucifícale!
Entonces Pilato, queriendo quedar bien con la gente, ordenó que pusieran en libertad a Barrabás
y que a Jesús le azotaran y le crucificaran.
Otra vez hemos condenado al inocente, a tantos inocentes … Porque es más fácil condenar que comprender, más cómodo rechazar que compartir,
menos comprometido callar que defender.
Y en cada inocente condenado, condenamos a Jesús a morir en la cruz, en la cruz del desprecio, del hambre,
del abandono, de la indiferencia.
Enséñanos, Señor, a no condenar.
Padrenuestro…
Cristo nos da la Libertad, S, E, Amor.
Caminaré en presencia del Señor.