JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE
Te adoramos, oh Cristo…
“Junto a la cruz de Jesús estaba su madre.
-Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Después dijo:
-Ahí tienes a tu madre.
Y, desde entonces, el discípulo la acogió en su casa.”
No basta con que la Madre sepa que el hijo va a morir.
Tiene que verlo sufrir, tiene que tragar con Él, el dolor y la agonía. Y en el camino hasta el fin se encuentran dos miradas, dos corazones, dos sufrimientos.
Para el dolor no hay consuelo pero sí hay consuelo para el amor. Los dos saben que el amor es más fuerte que la pena.
Haz, Señor, que en el camino de nuestra cruz encontremos siempre el amor de tu Madre.
Padre nuestro.
Mientras recorres la vida…
Ruega por nosotros, Madre de la Iglesia…