Unciones, dones, gracias, carismas, virtudes… ¿En qué radican las diferencias y quién los otorga? -Jorge RV.
Muchas de esas expresiones se usan prácticamente como sinónimas, y todas tienen que ver con la acción del Espíritu Santo en los creyentes. El parentesco es realmente grande porque la palabra “carisma,” por ejemplo, significa “regalo” o “don,” en griego. Además carisma se dice “járisma” en esa lengua, mientras que gracia se dice “járis,” de donde se ve que hablamos prácticamente de lo mismo.
Una diferencia sí puede notarse con la palabra “virtud.” Si bien hay virtudes teologales (fe, esperanza, caridad) que la Iglesia enseña que no pueden darse sin la acción del Espíritu Santo, la misma enseñanza de la Iglesia apunta que existen virtudes humanas, que finalmente giran en torno a las cuatro grandes virtudes “cardinales,” o sea: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
Señalemos, por último, que la palabra “unción” tiene un uso técnico en la Iglesia, cuando por ejemplo hablamos de la unción sacerdotal o de la unción de los enfermos, que son sacramentos. Metafóricamente se usa como sinónimo de un don del Espíritu, como cuando se dice que tal o cual predicador tiene “unción.”