Quisiera que me sacara de dudas sobre las historias de Harry Potter, pues acompañé a mi hija de 17 años a ver la última pelicula y siento que hay algo oscuro detrás de esto. Un abrazo. -Giovanna Mugno.
Harry Potter lleva un mensaje básico: el mal es malo. En ese sentido, los libros y películas que cuentan la historia de este adolescente británico contienen una enseñanza que no hace daño a los jóvenes. Sin embargo, la atmósfera en que se desarrolla la trama, especialmente en sus últimos tomos o películas, contiene daños potenciales para las mentes en desarrollo.
Por ejemplo, la omnipresencia de la magia. Aunque no toda forma de magia es aplaudida en “Harry Potter,” uno podría quedar con la impresión de que los encantamientos, sortilegios y maldiciones son cosas o recursos “normales.” Semejante idea es contraria a nuestra fe cristiana. Aún más: de varios modos la serie británica alude al espiritismo. Es difícil que un adolescente saque de ella una idea clara sobre qué es bueno y qué es malo en comunicarse con los muertos. No es extraño que tantos chicos y chicas se pongan a “jugar con fuego” y crean que se pueden buscar arcanos u otras formas atractivas de misterio. El efecto puede ser devastador no sólo para su formación espiritual sino también moral.
Sin embargo, no hay que recargar ls tintas. Un joven relativamente bien formado en su fe puede incluso encontrar más cosas buenas que malas en los libros o filmes de Harry Potter. La última película es un elogio a la amistad, de varias maneras, y también contiene una invitación al heroísmo, incluso cuando ello implica asumir serios riesgos.
En resumen: yo no animaría a nadie a que leyera o viera a Harry Potter, pero si alguien lo ha visto, es posible sacar cosas buenas también de él, dependiendo de qué formación previa se tenga y de qué retroalimentación y diálogo se siga.