Me ha escrito mi mamá. Gracias a Dios y a la tecnología puedo comunicarme con ellos con frecuencia pero ver su letra, la de su mano, produce una sensación sencillamente única.¡Cuánto debo a mis padres, y en particular a mi mamá! Tal vez alguien quiera compartir mi alegría viendo las breves líneas con que me bendice.