A veces nos preguntamos: ¿Qué hice para padecer esto?, o ¿por qué tenia que hacerme esto Dios?
Una hija le cuenta a su madre como todo esta mal: está reprobando álgebra, su novio la dejó y su mejor amiga se está cambiando de ciudad.
Mientras tanto, su mamá esta preparando un pastel y le pregunta a la hija que si quiere comer algo, y la hija dice, “Claro mamá, me encanta tu pastel”.
Ten, tómate este aceite, le ofrece su madre. “Guácala” dice la hija.
¿Qué tal un par de huevos crudos? ¡Qué asco, Mamá!
¿Entonces quieres algo de harina? ¿O qué tal bicarbonato?
Mamá, todo eso es asqueroso!
A lo cual la madre responde: “Sí, todas esas cosas parecen malas por sí solas. Pero cuando las unes de la manera adecuada, hacen un pastel maravillosamente delicioso! Así trabaja Dios”.