El profesor pidió silencio y la total atención de la clase.
“Damas y caballeros, comenzó, pronto serán doctores. Ahora, vamos a suponer que tienen frente a ustedes a una pareja que necesita consejos. El esposo tiene sífilis y la esposa tiene tuberculosis. Ellos tienen 4 hijos que viven: uno es ciego, otro es sordo y mudo, otro tiene tuberculosis y el cuarto está deforme; ahora la madre está esperando de nuevo. Ambos el esposo y la esposa aceptan la posibilidad de un aborto, pero les dejan la decisión final a ustedes.”
“Doctores, ¿qué les aconsejarían? Bajo tales circunstancias, ¿deberían tener el aborto?”
Se dejó que la clase tuviera unos minutos para meditarlo y luego se hizo una votación.
La mayoría de los estudiantes estaban en favor del aborto en dichas circunstancias.
“Felicidades, dijo el profesor a los estudiantes, acaban ustedes de abortar a BEETHOVEN!…..
Muchas veces nos hacemos “dueños” del destino de otros pues en nuestra muy reducida mente no puede caber que algo predeterminado pueda tener provecho alguno, por lo que pensamos que lo mejor es lo que nosotros pensamos en nuestra pequeñez.
Recordemos aquellas palabras “Lo que para el hombre es imposible es posible para Dios”.
Así que debemos dejarnos de tratar de encajar todo en nuestra “lógica” y confiar en aquel para quién todo es posible.