Había una vez, un maestro oriental que vio cómo un alacrán
se estaba ahogando. Decidió sacar al animalito del agua,
pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó.
Ante el dolor lo soltó, por lo que el animal de nuevo se
estaba ahogando… entonces intentó sacarlo y otra vez lo volvió a picar.
La escena se repitió varias veces: Sacarlo del agua, ser picado y soltarlo.
Alguien que observa le dice:
– “Cómo es terco usted!! No entiende que cada vez que lo saque del agua lo va a picar??”.
Entonces, el maestro oriental le respondió:
– “La naturaleza del alacrán, que es picar… no va a cambiar mi naturaleza, que es ayudar”.