Cuentan que una vez un científico soberbio fue con Dios y le dijo:
– Señor, convocamos a una junta científica mundial y hemos decidido que ya no te necesitamos.
El señor con su infinita paciencia oyó al hombre y le preguntó:
-¿Ah sí? ¿Y cómo llegaron a esa decisión?
– Pues ya hacemos trasplantes de prácticamente cualquier miembro del cuerpo, podemos hacer bebes para parejas que no pueden tener hijos, crear vida artificial, clonar a la gente y hacer todas esas cosas que antes se consideraban milagrosas.
Dios sólo lo escuchaba y luego atinó a decir:
– ¿Pueden crear vida?
– Así es. Respondió el científico.
– ¿Qué te parece si hacemos un concurso de crear vida? Lo hacemos del modo antiguo, así como yo formé a Adán; tú sabes.
– Me parece bien. Contestó el científico.
– Está bien, pues comencemos. Exclamó Dios.
Entonces el científico tomó un puño de tierra, y le dice Dios:
– Espera, no tan rápido; consíguete tu propia tierra.