Parusía

Vendrás, Jesucristo, en tu Día,

sabemos que vendrás.

Y entonces por fin acabarán

la muerte y la mentira,

y toda la injusticia,

porque tú, Juez Divino, reinarás.

Vendrás por el medio de la noche,

cual llega el ladrón,

y llenos de amor o de temor,

de todo el orbe

verán los hombres

tu rostro brillantísimo, Señor.

Vendrás en la hora ya postrera

a dar tu parecer;

Redentor, tú serás entonces Juez

del cielo y de la tierra,

del trigo y la maleza,

y al fin se reunirá toda tu grey.

Vendrás, tú que fuiste confinado

a la noche de la Cruz.

Fuente de luz,

Cordero blanco,

Señor Resucitado,

¡tú vendrás por los tuyos, Buen Jesús!

Vendrás revestido de tu gloria,

ese Día final.

Y la Iglesia que amaste te amará:

será tu Esposa

y en sus Bodas

los coros de los cielos cantarán.

Amén.