¡Oh Dios!, las maravillas, obra de tus manos,
han hecho amable tu Nombre entre nosotros,
y los prodigios que vieron nuestros ojos
nos han mostrado, Señor, que tú eres santo
y que con grande amor nos has amado.
¡Qué dulce pronunciar tu santo Nombre!
¡Qué bello levantar nuestras miradas
a tu feliz mirar reconciliadas,
y hacer eternas nuestras breves voces
al pronunciar tu Nombre que domina el orbe!
En la aurora de los siglos antiquísimos
ya tu Nombre resonaba en las alturas;
y aun primero que todas las criaturas,
ese Nombre, al soplo de tu Espíritu,
lo escuchabas, Padre, de tu Hijo.
Cuando tu brazo, extendido y poderoso,
de la nada un universo hacía;
cuando brilló la luz del nuevo día
–el día primordial, oh Dios piadoso–
¡cuán grande se mostró tu Nombre hermoso!
¿Hubo acaso entre todo cuanto has hecho
alguna cosa o palabra saludable
que tanto, al conocerla, nos llevase
a conocerte, Padre de los cielos,
como el Nombre, que contigo es eterno?
Pero el pecado, intruso de tu obra,
lleno de envidia, ocultó tu Nombre;
la muerte se adueñó del hombre,
tragedia se volvió la historia
y nuestros días, sólo densas sombras.
No bastaría una vida humana
para darte gracias infinitas,
al mirar la muerte ya vencida,
al saber tu gracia tan cercana
y tu Nombre impreso en nuestras almas.
Por el Nombre de Jesús el Cristo,
y el misterio de su Cruz hermosa,
por su resurrección gloriosa,
reconciliaste el mundo contigo
y a todos nos llamaste hijos.
Tu Espíritu, que habló por los profetas,
habla hoy por boca de cristianos;
y ese Espíritu, por esencia Santo,
tu excelso Nombre nos revela
para edificar tu Santa Iglesia.
Has pronunciado ya tu Nombre eterno;
has vencido a nuestros enemigos;
nos has dado el Nombre de tu Hijo;
todo en el Espíritu ahora es nuevo:
¡llévanos, pues, hasta tu Reino!
Amén.
Felicitaciones por la constancia en los boletines.
Dios ha bendecido y seguirá bendiciendo esta labor de evangelizacion.
Ãnimo!
“Fe,Pasión de Jesús y adelante”