La Parte Más Importante Del Cuerpo

Un día mi madre me preguntó cuál era la parte más importante del cuerpo.

A través de los años trataba de buscar la respuesta correcta. Cuando era joven, pensé que el sonido era muy importante para nosotros: Por eso le dije, “Mis oídos, mamá”. Ella dijo: “No, muchas personas son sordas y se las arreglan perfectamente. Pero sigue pensando, te preguntaré de nuevo.” Varios años pasaron antes de que lo hiciera nuevamente. Desde aquella primera vez, yo había crecido y buscado la respuesta correcta.

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La Llamada

Una llamada telefónica de un muy buen amigo. Me dió mucho gusto y lo primero que me preguntó fue: ¿Cómo estás?

Y sin saber por qué, le contesté: “Muy solo”.

-¿Querés que hablemos?- me dijo.

Le respondí que sí. Y me dijo: ¿Querés que vaya a tu casa? Y respondí que sí.

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Hacer La Vida Más Amable

¿Cómo mostrar a los otros que en verdad nos interesamos por ellos? He aquí unas REGLAS PRACTICAS:

-. Saludemos a los demás con entusiasmo. Contestemos ese teléfono con verdadero interés. Eso agrada siempre.

– Interesémonos por el nombre de los demás. El nombre propio es la palabra más dulce que los oídos pueden escuchar. Va ligado a los recuerdos más bellos de la infancia. No llamemos a nadie por el apellido. Aprendamos sus nombres. Hagamos un esfuerzo hasta que lo logremos. La persona que no puede aprender nombres no existe quizás entre nosotros; existen, en cambio, las personas perezosas que no han hecho ningún esfuerzo por aprenderlos. Aprendamos no sólo el nombre de las personas influyentes, sino también el del señor que nos trae el periódico, el del que nos trae la leche, y el de la señora que viene a refregar los pisos. Sentirá alegría al oírse llamar por el mismo nombre con el que su propia madre y sus familiares más íntimos les han llamado siempre.

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Hubo Un Momento…

Hubo un momento en el que creías que la tristeza sería eterna;

pero volviste a sorprenderte a tí mismo riendo sin parar.

Hubo un momento en el que dejaste de creer en el amor;

y luego apareció esa persona y no pudiste dejar de amarla cada día más.

Hubo un momento en el que la amistad parecía no existir;

y conociste a ese amigo que te hizo reír y llorar, en los mejores y en los peores momentos.

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Hoy Sembraré…

Hoy sembraré una sonrisa …para que haya mas alegría.

Hoy sembraré una palabra consoladora…para cosechar serenidad.

Hoy sembraré un gesto de caridad…para que haya más amor.

Hoy sembraré una oración …para que el hombre esté más cerca de Dios.

Hoy sembraré palabras y gestos de verdad..para que no crezca la mentira.

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Cómo Hacemos Sentir A Las Personas Que Nos Rodean?

El 14 de Octubre de 1998, en un vuelo trasatlántico de la línea aérea British Airways tuvo lugar el siguiente suceso: a una dama la sentaron en el avión al lado de un hombre de raza negra. La mujer pidió a la azafata que la cambiara de sitio, porque no podía sentarse al lado de una persona tan desagradable. La azafata argumentó que el vuelo estaba muy lleno, pero que iría a revisar a primera clase a ver por si acaso podría encontrar algún lugar libre. Todos los demás pasajeros observaron la escena con disgusto, no sólo por el hecho en sí, sino por la posibilidad de que hubiera un sitio para la mujer en primera clase. La señora se sentía feliz y hasta triunfadora porque la iban a quitar de ese sitio y ya no estaría cerca de aquella persona. Minutos más tarde regresó la azafata y le informó a la señora : Continuar leyendo “Cómo Hacemos Sentir A Las Personas Que Nos Rodean?”

Un Ciego Con Luz

Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna, como aquella. En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira, y de pronto lo reconoce. Continuar leyendo “Un Ciego Con Luz”

Carta De Charles Dickens A Su Hijo

Londres , Octubre de 1868.

Querido hijo mío:Te escribo hoy esta carta porque tu partida me preocupa mucho, y porque quiero que lleves contigo unas palabras mías de despedida, para que pienses en ellas de cuando en cuando, en los momentos de tranquilidad. No necesito decirte cuánto te quiero, y que siento mucho, lo siento en el alma separarme de ti. Pero la mitad de esta vida está hecha de separaciones, y son dolores que hay que sobrellevar; además, la vida con sus pruebas y peligros te enseñará más que cualquier estudio o tarea que pudieras realizar.

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