En lugar de alfombrar todo el mundo para no tropezar, es más fácil que te calces unas zapatillas. Así dice un sabio adagio popular.
Te conviene cambiar tu modo de pensar y ver las cosas, en lugar de pretender que todo se adapte a tí.
Se sufre y se hace sufrir por no cambiar la “programación” que tenemos en la mente.
Hay realidades que podemos cambiar, pero ante otras lo más sabio es crecer en adaptación y realismo.
Algunos se quejan de que la vida es complicada, pero ¡cuántos enfados por insistir en que todo funcione segun su deseo!
Cambia tú para que cambien los demás. Acéptate para poder aceptar a los otros.
Mejor que decir: “Me hicieron rabiar” o “esto me saca de quicio”, dí: “elegí airarme por esto o aquello”. Verás que el mundo, tu mundo, cambia.