Cuando vuelvo a leer lo que escribí del Papa y la misa con él siento dos cosas: primera, que por supuesto suscribo todo lo que ahí está consignado: es una bendición muy grande que él sea nuestro Pastor y siento que su amor a la Iglesia es sencillamente inmenso.
Pero en segundo lugar siento que es necesario mostrar también otras realidades más prosaicas, aunque sólo sea para que redescubramos que no somos espíritus puros. Me puse en la tarea de hacer una lista de participios y adjetivos de cómo se siente uno (también física, corporalmente) después de un día como fue ese 29 de junio. Muchos de estas palabras son típicamente colombianas, pero su sentido no es difícil de deducir:
- sudado
- hinchado
- hambreado
- sediento
- entumido
- acalambrado
- abrumado
- agradecido
- sonriente
- saludado
- esperanzado
- amado
- acalorado
- medio-insolado
- cuasi-dormido
- realista
- acogido