Debía ser Rechazado
Palabra misteriosa, si las hay: el Mesías “debía ser rechazado” (Mc 8,31). No cabe un Mesías “aceptado” ni es bueno que sus discípulos quieran ser aceptados de todos porque tal es el sello de los falsos profetas (Lc 6,26). Del Cristo verdadero, en cambio, leemos: “Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron” (Jn 1,11).
Y así como no es posible que el Mesías rechace a quien se le acerca, pues él mismo dice: “al que viene a mí, de ningún modo lo echaré fuera” (Jn 6,37), así también es imposible que el Mesías no sea rechazado, pues también él dijo: “Es necesario que el Hijo del Hombre padezca mucho y sea rechazado por esta generación” (Lc 17,24-25).