Un tema interesante pero de cuidadoso manejo, cuando uno vive en un país angloparlante, es la relación con España y lo hispano. Aunque Trafalgar esté siglos atrás y aunque Madrid este a kilómetros en la distancia, mi impresión es que en el subsuelo de la Europa que hoy cobija a estas dos culturas algunas tensiones y diferencias culturales persisten impertérritas . Probablemente para bien, porque sin duda las tensiones son fuerza de crecimiento y de vida y son también invitaciones a la reflexión.