Luis Fernando

Uno de los regalos más bellos de este viaje ha sido encontrarnos personalmente con quien hemos sido amigos hace años. Hablo de mi querido Luis Fernando Pérez, juglar del Señor, apasionado de la verdad y de la fe, amigo entrañable.

Hacia el mediodía de hoy nos hemos encontrado en la Plaza de Argentina, para almorzar en un restaurante lleno de recuerdos para él: Casa de Aragón creo que se llama. Un pequeño paseo por el viejo Madrid y el saludo a la parroquia donde celebró su matrimonio y el bautizo de sus dos hijos mayores. Cada cosa toma otro color cuando ves que está ligada a la historia de alguien.

Luis Fernando: gracias por ser amigo. Desde aquí envío mi oración por tus necesidades y pido al Señor que colme de sabiduría, fortaleza y alegría tu vida, que ha sido sellada por una fe inmensa.