De niño escuchaba la palabra blindaje siempre asociada a algo emocionante y fuerte. El carro blindado era el carro que era más duro, el carro que podía pasar indemne por en medio del peligro.
Hoy ese carro es EEUU y es Europa. Y el blindaje es la protección de las fronteras, en un primer momento, y luego la protección de los intereses, los proyectos y los beneficios. Los malos son los terroristas y crimainales en un primer momento. Lo que uno no sabe es qué más queda significado o entendido con esa palabra o concepto en un segundo o tercer momento…
Me explico acudiendo a dos imágenes recientes.
Primera: caminábamos con un matrimonio amigo por Dorset Street, a unas dos cuadras de mi casa (centro de Dublín). El es de Crimea, ella es argentina y yo colombiano. A la legua se nos nota que no somos de por aquí. De un carro en movimiento nos arrojan una bolsa de agua con basura ligera (tierra, pasto) y siguen la marcha. Alguien se ríe dentro del vehículo que sigue su marcha sin apresurarse mucho.
Segunda: el gobierno actual propone una reforma a la Constitución de Irlanda. La idea es derogar lo establecido actualmente, que una persona es irlandesa si nace en Irlanda. Para proteger –blindar– el país, se quieren añadir requerimientos: el niño será irlandés si por lo menos uno de los padres lo es o lleva por lo menos tres años legalmente en Irlanda. El argumento del gobierno es que es “de sentido común” que no se puede ser irlandés sólo por haber nacido en Irlanda. Hay que tener raíces legales aquí para que los hijos sean de aquí.
Todo suena muy lógico. Muchachos con actitudes groceras o agresivas hay en todas partes. Y que hay que proteger la “calidad” de la ciudadanía irlandesa suena también lógico. Cosas menos lógicas pero igualmente interesantes vienen a la mente cuando pensamos en términos de Historia. ¿Qué hubiera sucedido si, cuando los irlandeses huían a Estados Unidos debido a la terrible hambruna del siglo XIX se les hubiera aplicado que sus hijos no podían ser norteamericanos? ¿Es más grave, seria o sucia el hambre de quienes hoy vienen a abrirse paso con dolor y humillaciones en la Irlanda que se está “blindando”?
Y más preguntas: ¿en qué momento el terrorismo deja de ser una amenaza y se convierte en un pretexto político, no sólo en Irlanda sino quizá en otras latitudes? ¿Qué más promete el que promete seguridad? Y en últimas: ¿seguridad para quién o quiénes?