Esta pascua he recordado con un amor especial las celebraciones de Pascua de tiempos idos, sobre todo de la época de fraile estudiante. Me parece hermoso evocar a Fr. Orlando Rueda, en aquella época cantor del convento de Santo Domingo, tocando el órgano y ensayándonos los cantos del tiempo pascual, y Fr. José Gabriel Mesa, tantas veces sustentor del coro. Hoy Orlando es rector del Colegio Lacordaire en Cali y Gabriel es nuestro Provincial. ¿Cómo no recordar esos ensayos y aquel canto: “Como el grano de trigo…“? Me puse a buscarlo en Internet y lo pude localizar. ¡Vaya aquí para gloria de mi Dios!
Luz que vence a la sombra
Coro:
Como el grano de trigo, que al morir da mil frutos,
resucitó el Señor.
Como el ramo de olivo, que venció a la inclemencia,
resucitó el Señor.
Como el sol que se esconde, y revive en el alba,
resucitó el Señor.
Como pena que muere, y se vuelve alegría,
resucitó el Señor.
El amor vence al odio, y el sencillo al soberbio,
resucitó el Señor.
La luz vence a la sombra, y la paz a la guerra,
resucitó el Señor.
1. Resucitó el Señor y vive en la palabra
de aquel que lucha y muere gritando la verdad.
Resucitó el Señor y vive en el empeño
de todos los que empuñan las armas de la paz.
Resucitó el Señor y está en la fortaleza
del triste que se alegra del pobre que da pan.
Resucitó el Señor y vive en la esperanza
del hombre que camina creyendo en los demás.
Resucitó el Señor y vive en cada paso
del hombre que se acerca sembrando libertad.
Resucitó el Señor y vive en el que muere
surcando los peligros que acechan a la paz.
2. Resucitó el Señor y manda a los creyentes
crecerse ante el acoso que sufre la verdad.
Resucitó el Señor y vive en el esfuerzo
del hombre que sin fuerzas quedó por los demás.
Resucitó el Señor y está en la encrucijada
de todos los caminos que llevan a la paz.
Resucitó el Señor y llama ante la puerta
de todos los que olvidan lo urgente que es amar.
Resucitó el Señor y vive en el que queda
cautivo por lograrle al hombre libertad.
Resucitó el Señor su gloria está en la tierra
en todos los que viven su fe de par en par.