¿Es posible la comunidad?
Vemos que la sociedad basada en un estado racional y laico produce un vacío de comunidad. Para ser más precisos: el Estado moderno se concibe como un ámbito en que el individuo y la colectividad tienen sus roles, derechos y deberes claramente delimitados. El problema es que entre el individuo, en su soledad angustiosa o felicitaria, y el Estado, en su racionalidad y acumulación de poder, no queda espacio para una auténtica ecología de la comunidad. Si este aserto es correcto, lo que estoy diciendo es que el Estado, aunque no obligue al aislamiento sí lo privilegia, y con ello favorece las condiciones de cultivo de amenazas, como el terrorismo, que luego no puede controlar.


Desde la época del viaje que hice a Estados Unidos en enero he venido oyendo insistentemente en las noticias sobre el jucio contra Martha Stewart. Como persona absolutamente ajena no sólo al caso sino a la cultura y al idioma simplemente me preguntaba qué sería lo que había hecho esa señora. Un espontáneo sentimiento de solidaridad hacia ella, por su condición de mujer y por verla como tan expuesta, era quizá mi única reacción.
He comentado en otras ocasiones que dos cosas me impactaron de Santo Domingo de Guzmán, fundador de nuestra Orden, que en honor suyo llamamos dominicana. Me refiero a su amor por la Virgen María, y a su capacidad de transformar las vidas con palabras.