Cerca de nuestra parroquia queda un hospital de construcción antigua. Como es natural, su entrada para vehículos es amplia, como para dar paso a una o incluso dos ambulancias a la vez. En esa entrada amplia hay una voz grabada que se repite todo el día y toda la noche, a volumen suficiente como para ser oída por todo el que llegue, aunque sin importunar a los vecinos.