Viaje

Hoy, después de tantas horas de vuelo (en la práctica vienen siendo dos días), me ponía a pensar cuánto avanza uno cuando se siente un poco presionado por las circunstancias.

Con motivo del viaje tenía que empacar y arreglar muchas cosas, y una vez más compruebo que el tener que moverse, el ponerse em movimiento, libera. De vuelva a Irlanda, con el favor de Dios, encontré una habitación bastante más organizada y lista para el trabajo, el estudio, la oración y el descanso.

Decididamente, la vida nos va cargando con más de lo que realmente necesitamos, y por eso ser más libre a menudo implica despojarse de cosas (y recuerdos, palabras…) Lo que realmente es necesario siempre es mucho menos de lo que cargamos.