Una Iglesia Perseguida (6a. parte)

�Una Entrevista con Fr. Nelson Medina�

6. Una existencia negada

Volvamos entonces al tema de la persecución. Su tesis es que una sociedad que se dice �abierta� en realidad se cierra a otorgar existencia social a la búsqueda de la verdad más allá del consenso. ¿Es así?

– Sí.

¿Por qué llama a ello una �persecución de la irrelevancia�?

– Bueno, permítame una anotación técnica. No es �persecución de la irrelevancia�, porque no es la irrelevancia lo perseguido, sino el método de persecución, por así decirlo. Por ello hablo de una �persecución de irrelevancia�, en paralelo a expresiones como �persecución de barbarie�: un modo de perseguir la fe que consiste en el intento de reducirla a la irrelevancia, la insignificancia. Y para lograr ese fin es evidente que hay que arrinconar en el limbo de lo incognoscible o intrascendente a todo lo que ciertamente es bien conocido y cognoscible, a saber, el amor de Dios manifiesto con todas sus consecuencias en la Cruz y la Pascua de Nuestro Señor Jesucristo.

Admitamos que se trata de una genuina persecución. Todavía faltaría aclarar si los cristianos son el objetivo primordial de ella.

– Es cierto. Y para ese propósito nos ayuda una vez más la Historia. La sociedad liberal capitalista democrática (LCD) no salió de la nada. Ella y sus métodos tienen una historia que se remonta a los siglos XVIII y XIX principalmente. Y es un hecho que el terreno de conflicto ahí era: cómo quitar influencia a la Iglesia Católica para transferirlo a las emergentes élites burguesas ilustradas. No tiene nada de �mágico� que nuestra sociedad sólo tenga palabras de admiración para el Dalai Lama o para la sabiduría milenaria del chamanismo de antiguas tribus. Es que los métodos de la sociedad LCD nacieron con un enemigo declarado: la Iglesia como institución. El deísmo, la masonería, el humanismo ateo o el agnosticismo científico se inscriben todos en ese amplio círculo de esfuerzos para restar influencia a la Iglesia como comunidad con una repercusión social inmediata. Como el budismo del Dalai Lama o las prácticas chamánicas no tienen que ver con ese propósito no son perturbadas, sino más bien alabadas, quizá porque ayudan a quitar fuerza y relieve a la Iglesia.

Es un modo muy singular de interpretar la historia. ¿Hay pruebas un poco más �objetivas� de lo que Ud. afirma?

– Cosas como lo que he dicho del Dalai Lama son �objetivas� y pueden ser comprobadas en los medios de comunicación. Pero hay más. Yo creo que un buen ejemplo es el tratamiento noticioso del Papa. Es �objetivo� que los contenidos de la enseñanza pontificia sistemáticamente son omitidos, mutilados o presentados en sus aspectos escandalosos o anecdóticos. Eso si se habla del magisterio como tal, porque la tendencia es quitar todo contenido y concentrarse en la salud, la cara, la saliva, el temblor del Papa, o cualquier cosa que haga intrascendente e irrelevante el hecho formidable de que ese hombre tiene algo muy importante que decirnos. Y es un dato �objetivo� también que, en los temas propios de la moral, la mayoría de los medios de comunicación tienen ya opciones muy claras a favor de contracepción, divorcio, aborto, matrimonio homosexual, y lo que siga en esa misma línea. ¿Hace cuánto no lee o escucha Ud. en los grandes medios de comunicación un elogio razonado de las bondades del matrimonio heterosexual y de la hermosura propia de la complementariedad de los sexos? Yo tengo muchos años de buscar, por razón de �experimento�, digámoslo así, ese género de declaración y no lo he visto. Eso es objetivo. Así pues: hay persecución, es persecución de irrelevancia, y se dirige primariamente hacia la Iglesia Católica.

¿Cree Ud. que ese análisis lo compartirían quienes defienden la sociedad LCD?

– No lo creo. Mas en su modo de expresarse confirman lo dicho. Por cierto, hay un ejemplo cercano en los conflictos en Iraq. El tema que se plantea ahí es cómo hacer liberal, capitalista y democrática una nación que no lo era. Yo diría que estamos como ante un laboratorio que nos puede enseñar y confirmar muchas cosas.

emplo?

– Yo tomaría como un representante típico del discurso LCD a Héctor Abad, un prestigioso escritor colombiano que escribe en la revista SEMANA. En la edición 1114 del 13 de Noviembre de 2003 dice textualmente: �No es llevando tanques, aviones, soldados y misiles como se pueden contagiar algunos avances morales conseguidos en Occidente. Lo que habría que llevar es el virus del libre examen, de la libertad de conciencia y expresión, el acceso general a la educación, la liberación femenina. Lo cual no requiere sanguinarias invasiones relámpago, sino una lenta y paciente penetración cultural, condimentada con seducciones comerciales y tecnológicas.� El texto se explica solo.

d. no cree que el uso del Internet, por ejemplo, ofrece un terreno en el que la Iglesia podría expresar su propia verdad a su manera y a sus anchas? Si la Iglesia tiene su propio modelo y quiere proponerlo, el espacio está abierto…

– Internet ha crecido de modo vertiginoso y ha tomado un poco por sorpresa a todos. Produjo fenómenos como la llamada �burbuja punto-com�, que muestran que colectivamente todos carecíamos de la suficiente visión para dimensionar el impacto real que podía tener un mensaje, un banner, un video, un mensaje hablado… El software estaba empezando a desarrollarse y las relaciones costo-beneficio eran terreno ideal para la especulación, por la combinación de incertidumbre y explosión de posibilidades.

ue la Iglesia aprovechó ese momento?

– No quiero esquivar la pregunta, aunque de entrada la respuesta creo que sería: �no lo suficiente.� Sin embargo, entrar a evaluar qué ha hecho la Iglesia en Internet me desborda completamente y prefiero que conservemos el desarrollo de nuestro tema.

ir?

– Yo quisiera insistir en un punto: Internet es y no es lo mismo que otros medios de comunicación. El problema no son los medios, como tales.

e supone que a Ustedes les interesa llevar su mensaje a todo el mundo!

– Así es, pero eso no es lo que está en discusión.

s sigo su planteamiento: ¿en qué sentido Internet no es como los demás medios?

– Es más democrático, si se quiere. Casi cualquier persona, aun con un presupuesto modesto, puede montar su sitio web y ser conocido, visto, escuchado o valorado a miles de kilómetros de distancia.

no es precisamente lo que se necesita para vencer la brecha económica que marginaba a los relegados del acceso a los medios masivos como la televisión?

– Estamos de acuerdo, y por eso creo que Internet es distinto de otros medios. Pero no demasiado distinto…

é?

– Le doy una comparación. Piense en un afiche, pasquín o cualquier letrero, que Ud. puede pegar en una pared concurrida en el centro de cualquier ciudad grande: Dublín, Bogotá o Sidney. Teóricamente Ud. tiene ahí un medio de comunicación relativamente barato que puede en potencia llegar a miles de personas.

to…

– Y sin embargo, todos sabemos que este particular �medio de comunicación� tiene una existencia social sumamente limitada en su alcance y precaria en su potencialidad. Es mejor una sociedad que te deja publicar tus hojas de pensamientos en las calles que otra en la que te encarcelen o torturen por eso, pero todos entendemos que lo decisivo no proviene de que haya medios abiertos para todos. Note Ud. que en el fondo, con Internet y todo, seguimos en el mismo plano de lo dicho sobre las marchas y jornadas de protesta: Ud. teóricamente puede organizar una gran marcha, y repartir volantes de propaganda entre sus vecinos y pintar carteles, pero el impacto social depende de la existencia social, y por consiguiente, donde la existencia social está controlada por el ejercicio del poder conjunto de los medios económicos y de comunicación, nos podemos pasar la vida pegando carteles o haciendo páginas bonitas para Internet. Mejor esto, en cierto sentido, que la persecución de tortura, pero ello no implica que no haya persecución.

n sería el perseguidor en el caso de Internet?

– Cada tipo de persecución tiene su tipo de perseguidor. En el siglo IV hubo Emperadores Romanos que torturaban cristianos y cristianas. El hecho de que no se pueda encontrar quién es �el emperador� cuando un intelectual es ridiculizado o aislado en su tarea académica, simplemente porque es un católico fervoroso, no significa que ahí no haya persecución. Y su pregunta es muy importante, porque mucha gente pensará, como Ud., que el problema con una persecución contra la Iglesia es: �identifiquemos al que está perturbando la libertad religiosa de los católicos, y neutralicemos su acción�. ¡El problema es totalmente otro! Este no es un asunto de buscar a un presidente, un tirano, un emperador o una empresa. La cosa tiene que ver con la manipulación de la mente, con las mentiras aceptadas y repetidas, con los ambientes en los que se quiere que la fe se vuelva una opción irrelevante por fuerza de una presión social que podemos desenmascarar… y que estamos desenmascarando.

(continúa…)