No sólo cayeron las torres
Más de dos años después, todavía resuenan las palabras del presidente George W. Bush: «O están con nosotros, o están con el terrorismo». Una afirmación esperada �podríamos decir� y muy fuerte, pero ambigua. Porque a lo largo de su histórico discurso ante el Congreso utilizó muchas veces la expresión “nosotros”, aunque con significados distintos en distintos momentos.
Esta ambigüedad tiene una raíz honda. A la pregunta “¿qué o quién fue herido con los atentados de septiembre del 2001?” no cabe dar respuestas sencillas. Más bien lo que encontramos es que, en la medida en que pasaron los días y los meses, los rostros del agredido y del agresor se difuminaron en una vorágine desafiante y compleja.