Comentábamos el 26 de octubre de 2003 sobre las sensibles semejanzas de Inglaterra y España en cuanto al tema de Irak, y las posibles raíces que ello pudiera tener en el pasado imperial que cada uno de ellos ha tenido.
Eso, desde luego, no suprime las diferencias, que son muchas. Porque en cierto modo Gran Bretaña y España responden a dos modelos casi contrapuestos de “hacer imperio”, tema seductor, que tendremos que declarar en suspenso por ahora, porque en este momento quisiera compartir una reflexión en otra línea relacioanda pero distinta.
Es que me llama la atención las dos actitudes contrapuestas de ingleses y españoles con respecto a la información.
Mientras que la BBC cada vez ofrece más y más recursos gratuitos, los grandes magnates de los medios de comunicación en España (El Mundo, El País, etc.) cierran filas para tratar de defender su esquema “parte y parte”, es decir: algo gratuito pero mucho en servicio de pago. Es lo que queremos mirar más de cerca: ¿qué gana la BBC con ofrecer tanto “gratis”, dado que no son ciertamente institución de beneficencia? Y por otra parte: ¿qué pierden los que ganan unos euros con servicios de pago por suscripción?
Yo no tengo todo claro, pero mi opinión es que en el largo plazo tiene más futuro la visión inglesa.
El pagar por contenidos suena lógico, pero también contrario a la lógica de Internet. La pregunta clave es: ¿lo que Ud. va a ofrecer es realmente imposible de adquirir por otro camino? Y si así fuera, ¿es relevante lo que queda circunscrito a un grupo de usuarios?
Imagine a Internet como una gran ciudad con todo tipo de calles y barrios. Ud. puede ciertamente cerrar el frente de su casa, o unir dos o tres casas y decir: “por aquí no pasará nadie”, pero el acto de constituirse en guetto es también el acto de cercenarse del tejido de la ciudad. Por eso creo que hay una contradicción en ofrecer información y querer cobrarla… en el reino de la información, que es Internet.
¿Y qué ganan los que ofrecen gratis, como la BBC? Ganan ser, dicho filosóficamente. En ningún otro lugar tanto como en este océano que es Internet se cumple tanto el adagio berkeleiano: “esse est percipi“, “existir es ser percibido”. Lo que pretende la BBC, y también la Deutsche Welle es eso: existir. En el mundo de la hiper-comunicación la lógica es: después de que tú existas, tienes a quién hablar. Si tienes a quién hablar, tienes a quién enseñar para que piense lo que tú quieres que piense y para que compre lo que tú quieres venderle. Pero si no tienes a quién hablar, estás conversando contigo mismo; tus respuestas ahogan a tus preguntas y tus sueños nacen encarcelados.
La gente que sabe de reinos y de imperios ( y ahí cabe bien la Radio Vaticana, ni más faltaba), sabe que ninguna buena inversión se hace sin ofrecer mucho gratis. Lo que Inglaterra nos está aconsejando es simple: empieza por existir.