Comentábamos el 26 de octubre de 2003 sobre las sensibles semejanzas de Inglaterra y España en cuanto al tema de Irak, y las posibles raíces que ello pudiera tener en el pasado imperial que cada uno de ellos ha tenido.
Eso, desde luego, no suprime las diferencias, que son muchas. Porque en cierto modo Gran Bretaña y España responden a dos modelos casi contrapuestos de “hacer imperio”, tema seductor, que tendremos que declarar en suspenso por ahora, porque en este momento quisiera compartir una reflexión en otra línea relacioanda pero distinta.