No traje mucha ropa de Colombia, porque no me cabía, y porque presentía que tanto las costumbres como las necesidades iban a ser muy diferentes por aquí. Por lo pronto he comprado un pantalón de pijama y una camiseta de manga larga (en EEUU) y una chaqueta y un saco aquí. Oficialmente no ha terminado el “verano”, pero el clima se siente semejante al de Bogotá. Trato de irme haciendo a la idea de cómo será el invierno…
Proyectos hay muchos. Este convento es muy lindo, de un estilo muy clásico, con una iglesia que parece una catedral. Los frailes son mayores, de modo que por esta época soy el más chiquito de todos. Me hablan con cariño y me ven casi indefenso. Uno de ellos me vio trabajando en el computador, ya era de noche, y me pidió que lo acompañara, porque quería mostrarme dónde había unas cobijas por si sentía frío.
Por otro lado, desconocen casi todo de Colombia. Aquí se menciona nuestro país sobre todo por el incidente de los tres irlandeses vinculados al IRA que se cree que tienen vínculos con las FARC. La sensibilidad por estas tierras es que Colombia no debería pretender juzgar a esos irlandeses. Creo que necesitaré prudencia porque he visto que en muchos temas tienen una sensibilidad muy alta. Dios me ayude para no ir a “embarrarla”. Por ahora, creo que he obrado bien.
Todavía no conozco la Institución donde haré el doctorado. Hoy es día de adaptaciones tecnológicas, porque, como sabemos la electricidad aquí es de otro voltaje y otros ciclos. Espero tener resuelto eso hacia mediodía, y después, por la tarde, ir organizando el siguiente video de Kejaritomene.