Curso: Invitacion a la Cristologia (18 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 18 de 20: Primera Serie de Cuestiones Pastorales de Cristologia.

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Temas de la Sesión 18: Las herejías no son eventos pasados sino amenazas–o miradas alternativas y atrayentes–que tienen su influencia sobre el cristianismo que reconocemos como “ortodoxo.” Dos errores comunes al hablar de herejías: (1) subestimar a los herejes mirándolos como simples obstinados, ignorantes o perversos; (2) creer que sus ideas han quedado superadas o que han sido ya desterradas solamente porque un concilio da una declaración. Prácticamente todas las herejías están vivas y activas hoy, y la mayoría se mueven con agilidad y astucia entre las filas mismas de la Iglesia.

El arrianismo está allí donde se mira a Jesucristo como un líder, maestro o inspirador, pero que no es Dios. Hay quien cree que negociar el entendimiento interreligioso implica ceder en algo, en este caso, en la divinidad de Cristo. (Algo parecido sucede en el diálogo ecuménico).

En la Teología de la Liberación se vio el aspecto trascendental de Cristo y de su misión como una amenaza de escapismo. paralelamente, la Iglesia se ve como un ingrediente dentro del concierto de los actores políticos o sociológicos. Hay otros “nichos” arrianos y semi-arrianos, como quizás el hippismo y sobre todo el gnosticismo.

El monofisismo tuvo su fuerte entre monjes que buscaban perfección espiritual. Cuando se habla de que Cristo podía perdonar a sus enemigos o hacer milagros pero “es que él era Dios” se mira la divinidad como un “recurso” que acompañaba a Cristo, o si no se mira a Cristo como uno que no era hombre sino apariencia de ser humano. por este camino se llega al adopcionismo y al nestorianismo también. La visión popular de los super-héroes es también de tipo nestoriano. La mirada monofisita conduce a un espiritualismo que es irreal y que fácilmente se desborda en escapes y relaciones tramposas y furtivas. Como reacción, otros reclaman su “humanidad” en una secularización extrema.

Para Von Balthasar y otros, el gnosticismo es el peor enemigo del cristianismo. La idea de que la “meditación” es sinónimo de oración; la New Age en su conjunto; muchas teorías de auto-superación que endiosan la mente humana, son gnosticismo de hoy. El gnosticismo ataca ahí donde se ve la predicación o la palabra como reemplazo del sacramento, o en general todo lo que implique desprecio a la dimensión sacramental, que es la que habla de la carne de Cristo y de su valor salvífico.

La Cruz de Cristo: necesaria para nosotros

Primeramente porque es el camino que Jesús tomó para salvarnos y lo puso como requisito para seguirle y conformarnos con Él: “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mt 16, 24). ¿Por qué debemos seguir a Jesús? Porque el Padre nos dio la salvación y la vida eterna a través de Él: “quien tiene al Hijo tiene la Vida”. En segundo lugar porque sin la Cruz y la Resurrección no viene el Espíritu Santo de manera permanente. Y porque “Para resucitar con Cristo, es necesario morir con Cristo” (CEC 1005), y no morimos con Cristo si no aceptamos su Cruz. Solamente nos incorporamos a Cristo si nos incorporamos a su camino con la Cruz. En tercer lugar porque “Fuera de la Cruz no hay otra escala por donde subir al cielo” (CEC 618), es decir: “para entrar a la gloria es necesario pasar por la Cruz” (CEC 555), pues Cruz, Muerte y Resurrección son la “glorificación ” de Jesucristo. En resumen, sólo con la Cruz nos incorporamos a Cristo, a su Vida, Pasión, Muerte y Resurrección. Sólo con la Cruz nos hacemos cristianos de verdad siendo fieles a los Sacramentos de la santa Iglesia. La Cruz es garantía de camino verdadero al cielo.

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