Un asomo

Hoy invito a todos a que se asomen a nuestra capilla aquí en St. Saviour’s.

He grabado una de las oraciones, porque quizá a alguien le interese sentir de modo más directo el ambiente de nuestra liturgia, que por lo demás es sumamente sencilla.

El siguiente link contiene grabado en vivo (y sin conocimiento de los implicados) el Cántico de Zacarías, conocido tambien como Benedictus, por su primera palabra en latín.

Como dicen por aquí, Enjoy!

http://fraynelson.com/cantos/benedictus_english.rm

Inglaterra y España, segunda parte

Comentábamos el 26 de octubre de 2003 sobre las sensibles semejanzas de Inglaterra y España en cuanto al tema de Irak, y las posibles raíces que ello pudiera tener en el pasado imperial que cada uno de ellos ha tenido.

Eso, desde luego, no suprime las diferencias, que son muchas. Porque en cierto modo Gran Bretaña y España responden a dos modelos casi contrapuestos de “hacer imperio”, tema seductor, que tendremos que declarar en suspenso por ahora, porque en este momento quisiera compartir una reflexión en otra línea relacioanda pero distinta.

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Olga Clemencia

Conocí a Olga Clemencia en el final de sus días. Desde el primer momento me dijo: “sé que me voy a morir“, y también, con un cariño muy grande: “quería conocerlo antes de irme, porque muchas veces lo oí por la radio, y me sirvió“.

Olga Clemencia tenía cáncer. Ya lo había vencido una vez, pero él, como fiera herida, había retornado con mayor fuerza y se dejaba sentir adentro del cuerpo de Olga. Pudimos hablar varias veces, gracias a Dios, incluso unas horas antes de mi viaje Bogotá-Dublín. ¡Cómo le agradezco al Señor que me haya permitido estar ahí, y hacer presencia, y aprender tantas cosas… esas que sólo se ven a plena luz cuando las luces de esta tierra anuncian su final!

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Hijos Predilectos

Desde hace unos años se ha popularizado la expresión “hijos predilectos” para referirse a nosotros los sacerdotes. Es algo que uno agradece, cómo no, pero que también engendra algunos reparos.

A mí personalmente me gusta más encontrar las “preferencias” de Jesús, y por tanto a sus “preferidos”, siguiendo el testimonio de los evangelios.

Es verdad que el Señor dijo a sus apóstoles: “a vosotros no os llamo siervos; os llamo amigos” (Jn 15,15), y es verdad que en ello hay un signo elocuente y bello de predilección, pero notemos que esta elección conlleva una misión. No se trata de ser los consentidos de Cristo, ni de crear unos cristianos “de primera”, ante los ojos de los demás, que serían los “de segunda”.

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Nicole

Nicole es una joven uruguaya que va a recibir el bautismo el próximo 26 de octubre. El instrumento que mi Dios utilizó para darle esta gracia a ella fue nuestro querido Jorge Serrano, SJ, aunque, la verdad sea dicha, esa inquietud se había posado en el corazón de ella desde hacía bastantes años, por lo menos desde sus años escolares, en México.

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Formando predicadores

De la liturgia de este convento hay una cosa que me ha gustado mucho. En el Oficio de Lectura la persona que lee, especialmente el segundo texto de esta hora litúrgica, más que simplemente leer, lo predica.

Es una idea sencilla que creo que deberíamos implementar en muchas otras partes.

Hoy, por ejemplo, Fr. David leía el texto de San Agustín sobre el Padrenuestro. Pero se apropiaba el texto, como si él mismo lo hubiera escrito, y además como si lo estuviera predicando en una gran iglesia ante multitud de fieles.

Aunque esto pueda sonar un poco “actuado”, el efecto es que la voz aprende a adaptarse, a hacerse más expresiva y más propia de nuestra misión de predicadores.

Mi compañero de estudios

Como resulta que no hay muchos hispanohablantes por estas tierras, uno tiene una alegría particular cuando resulta alguien con el idioma de Cervantes. Y es el hecho que hay un compañero, con el que compartimos dos materias, que es español: un religioso jesuita. Digamos, que para efectos de privacidad del implicado no diré su nombre real sino un seudónimo, Carlos.

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La familia

De mi familia cuento que están bien de salud. Mi papá, por ejemplo, como tal vez dije en otro mensaje, va adelantando un estudio de especialización en “Derecho de Familia“. Me alegra y me anima mucho saber eso. Es un testimonio para todos nosotros, con sus 71 años y la juventud de sus sueños y de su entusiasmo. Dios permita que lo termine existosamente.

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La gracia de Pentecostés

Pocas veces había experimentado yo la gracia de Pentecostés como un acontecimiento que nos visita a diario.

Hablamos del Señor, oramos al Señor, anunciamos al Señor… y las palabras que usamos, la gracia que las acompaña y el amor que nos mueve a usarlas, todo tiene su origen en Pentecostés. Es un hecho no de un día sino de cada día.

Pentecostés está obrando cuando puedo escuchar que un sacerdote me absuelve.

Pentecostés está obrando cuando el pan se vuelve Pan de Angeles.

Pentecostés está obrando cuando mi hermano me sonríe, solamente porque compartimos la misma fe. El lenguaje que nos une, antes que el inglés o el español, se llama Pentecostés.

Bendito Dios, y gracias a Él por permitirme reconocer esta bendición.

Nuestros estudiantes dominicos

Estoy viviendo en un convento nuestro en el centro de Dublín. Lleva el nombre de la primera fundación que hicieron los frailes dominicos en esta ciudad, allá en el siglo XIII: St. Saviour’s Priory: El Convento de San Salvador o del Santísimo Salvador. Un nombre por cierto apropiado para la espiritualidad dominicana, que, como dicen nuestras leyes, fue instituida principalmente “para la predicación y la salvación de las almas“.

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Necesito más inglés

En las clases y lecturas me ha ido muy bien; en las predicaciones, ahí vamos como bien; pero para la vida diaria, para el compartir de cada día, me quedo corto.

Y es doloroso, porque una comunicación pobre te hace sentir medio solo, medio sordo, medio torpe, medio lejano…

Gracias a Dios, hay mucha presencia de los amigos y de nuestra lista de correo; y sobre todo: la gracia de Dios existe! Yo experimento su providencia y su cercanía a cada momento, pero por eso mismo me atrevo a pedirle en público que me ayude, que abra mis oídos y mi boca y que pueda comunicarme mejor en la vida diaria.

Amén.

Graciously

¡Qué riqueza tiene cada idioma!

Esta mañana caía en la cuenta de una de esas palabras de difícil traducción entre el inglés y el español. Es de muy frecuente uso en la liturgia, al responder a las peticiones: “Lord, graciously hear us!“.

A ver, ¿como traduciríamos graciously? Viene de “grace“, por supuesto. Indica que no queremos ser simplemente escuchados, sino que queremos que el misterio de la gracia esté presente al ser escuchados.

Es como la expresión “María halló gracia a los ojos de Dios“. La gracia en esta expresión es algo que está en la mirada de Dios. Al contrario, cuando decimos, que también es cierto: “María es la Llena de Gracia“, la gracia es referida a María.

El graciously del inglés alude a esa significación de la gracia “referida a Dios”, manando de Dios, brotando de él como conmiseración hacia nosotros.

¿No es bonito?