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Nació en la ciudad italiana de Brescia en 1687. Desde muy niña se vio inclinada a la devoción y a la mortificación, mostrando un gran deseo de "imitar todo lo que habían hecho los Santos".
A los 18 años ingresó en el Convento Capuchino de Santa María de las Nieves de su ciudad natal. En 1706 hizo su profesión.
Tres veces fue Maestra de novicias, y durante algún tiempo, desempeñó el humilde cargo de portera. En 1732 y en 1736, fue elegida Superiora.
Dios premió su desinteresado amor con experiencias místicas extraordinarias y con el don de milagros.
La Beata profesaba particular devoción a la coronación de espinas, y después de su muerte, se descubrió que llevaba bajo el velo alrededor de la cabeza, una rejilla de puntas aceradas.
María Magdalena supo unir a las mortificaciones, el cumplimiento de sus deberes de Maestra y Superiora, el amor al silencio y una gran mansedumbre en la conversación.
Su muerte ocurrió en 1737, cuando tenía 50 años de edad. Fue beatificada en 1900.
Cartagena de Indias, Colombia (2011) - Que la bendición sea siempre la mas influyente compañia a ese lindo ser traido a este maravilloso mundo. Con mucho cariño recibe en este linda y bien recordada fecha un torrente de besos, abrazos por ser nuestra primera nieta que engalana gozosamente una importante existencia primaveral. que seas muy feliz, son los deseos de tu tio Luis Emilio, tus abuelitos Luis Eduardo Amado y Donaide Esther Miranda, como en especial de tus padres Arelis Donaide y Edwin Arid. Amén.
Volved, hijos apóstatas -oráculo del Señor-, que yo soy vuestro dueño; cogeré a uno de cada ciudad, a dos de cada tribu, y os traeré a Sión; os daré pastores a mi gusto que os apacienten con saber y acierto; entonces, cuando crezcáis y os multipliquéis en el país -oráculo del Señor-, ya no se nombrará el arca de la alianza del Señor, no se recordará ni mencionará, no se echará de menos ni se hará otra. En aquel tiempo, llamarán a Jerusalén "Trono del Señor", acudirán a ella todos los paganos, porque Jerusalén llevará el nombre del Señor, y ya no seguirán la maldad de su corazón obstinado.
Os daré pastores a mi gusto; acudirán a Jerusalén todos los paganos (Jeremías 3, 14-17)
Salmo
Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, / anunciadla en las islas remotas: / "El que dispersó a Israel lo reunirá, / lo guardará como un pastor a su rebaño." R.
"Porque el Señor redimió a Jacob, / lo rescató de una mano más fuerte." / Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, / afluirán hacia los bienes del Señor. R.
Entonces se alegrará la doncella en la danza, / gozarán los jóvenes y los viejos; / convertiré su tristeza en gozo, / los alegraré y aliviaré sus penas. R.
El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño. (Jeremías 31)
Evangelio
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros oíd lo que significa la parábola del sembrador:
Si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino.
Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha y la acepta en seguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y, en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, sucumbe.
Lo sembrado entre zarzas significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ése dará fruto y producirá ciento o sesenta o treinta por uno."
El que escucha la palabra y la entiende, ése dará fruto (Mateo 13, 18-23)
Intentemos acercarnos al amor verdadero, al amor que se pospone por el amado, al amor abnegado que es el mismo que Dios tiene por nosotros. 30 min. 51 seg.
Son pocos a quienes los intereses de Dios los afecta por eso nos corresponde serle fieles, estar siempre vigilantes sobre nosotros mismos y avanzar en la esperanza. 5 min. 6 seg.
La nueva arca es el pueblo donde se conserva la memoria y la bendición de Dios; y soy yo porque al recibir la santa comunión recibo la vida, el misterio y el triunfo de Cristo. 5 min. 12 seg.
En la parábola del sembrador, Cristo utiliza dos veces el verbo entender: un verbo que en la Biblia se refiere a la zona más profunda del ser humano, es decir, su corazón. 10 min. 33 seg.
Las promesas que el profeta Jeremías y tantos otros hicieron de parte de Dios nos alcanzan en esta tierra a manera de degustación pero sólo tendrán su plenitud en el Cielo. 14 min. 34 seg.
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1.1 El lenguaje simbólico y enriquecido de los profetas a veces puede pasarnos desapercibido sencillamente porque en su misma belleza nos envuelve con su sola forma y estilo. Así puede suceder con la primera lectura de hoy, de Jeremías, en la que sin embargo hay un mensaje muy grande que es evidente y otro no menor que es menos visible.
1.2 Es evidente la renovación del pueblo a través de la renovación de sus jefes y guías: "Les daré pastores según mi corazón," dice Dios, con frase que Juan Pablo II tomó para título de una de sus encíclicas, en este caso, sobre la formación de los presbíteros. Y en realidad en esa frase está también todo el anhelo de la Iglesia al rogar por sus ministros: que sean según el corazón de Dios. No que pretenden complacer a pocos o muchos de sus fieles; no que vivan solamente contentos en sí mismos y sus intereses, sino que sean y obren según el corazón de Dios. Este es el mensaje más evidente.
1.3 Pero hay otro mensaje que puede quedar oculto: Jeremías dice que la gente ya no se acordará ni nombrará el arca de la alianza. ¡Se necesitaba algo más que fortaleza para decir semejantes palabras! El tabernáculo era algo tan sagrado que el Antiguo Testamento abunda en textos que ponderan su sentido y advierten del peligro de no reconocer la presencia divina en ese lugar, al que nadie podía acercarse, sino solo el sumo sacerdote y eso una sola vez al año. ¡Y ahora Jeremías dice que el arca será olvidada!
1.4 La razón para semejante anuncio no es que vendrá un tiempo de impiedad e indiferencia, sino todo lo contrario: serán tan grandes las obras de Dios que toda Jerusalén será el "Trono del Señor." Como quien dice: ya no habrá que guardar y venerar un objeto que alude a lo que Dios hizo, porque la ciudad entera será lugar de su presencia y de su reinado.
1.5 Desde una óptica cristiana, no podemos sino agradecer con júbilo a Dios por habernos dado estas palabras. Entendemos que ese tiempo del que habló Jeremías ha llegado con Jesucristo. Nosotros no echamos de menos el arca de la alianza de Moisés porque Dios reina en medio de su pueblo por la presencia del Resucitado y por el don de su Espíritu Santo.
2. Una siembra abundante
2.1 El evangelio de hoy nos trae otro tema: la abundante siembra de la Palabra. Es natural y es lo más frecuente que leamos este texto desde el análisis de los terrenos, pero hay otra lectura posible, que algunos estudiosos dicen que corresponde más a la intención primera de Jesús: miremos el poder de la semilla.
2.2 En efecto, este sembrador divino es generoso, como Dios mismo es generoso. Al planeta tierra, único que cobija vida inteligente en este sistema solar, le llega una trillonésima parte de la luz del sol; lo demás aparentemente se desperdicia. Nuestro Dios es un Dios que "desperdicia", pues vemos que desperdicia atardeceres bellísimos que nadie ve, colores preciosos que nadie agradece, paisajes de ensueño que nadie canta. Ese "desperdicio", esa sobreabundancia de donación es como la traducción a nuestro pequeño mundo y a nuestra pequeña mente del misterio de su infinitud, que no conoce límites. Con sus "desperdicios" Dios revela discreta pero eficazmente que es infinito.
2.3 Y ese infinito existe también, y mucho más, en la Palabra y en la gracia. Solemos llamar a la parábola de hoy la parábola del sembrador, pero quizá podríamos llamarla mejor la parábola de la semilla victoriosa. Porque esta es la historia de una semilla que, aunque rechazada, oprimida o secuestrada siempre se sale con la suya y desde la abundancia de su amor todo lo gobierna. Así es Dios.