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Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Patrona de Colombia.
Durante siglos, el pueblo colombiano da gloria a Dios por medio de su Madre, la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario de Chinquinquirá.
Es éste uno de los más importantes y frecuentados Santuarios de Colombia. La Virgen está representada en un lienzo, con el Niño en brazos, y como parece lógico, con el Santo Rosario en la mano.
En 1572 los calvinistas ahorcaron en Gorkum, Suiza, a 19 sacerdotes y religiosos, debido a su fe católica.
Once de los Mártires eran frailes menores de la Observancia, entre los cuales se contaban San Nicolás Pieck, guardián del Convento de Gorkum, y San Jerónimo Weerden, su vicario.
Junto con ellos, fueron ejecutados Juan Van Oosterwyk, canónigo regular de San Agustín, los sacerdotes diocesanos Leonardo Vechel, Nicolás Janssen y Godofredo Van Fuynen.
Luego de que el destacamento calvinista, conocido con el nombre de la "armada de los piratas" , se apoderara de la ciudad de Gorkum, el grupo estuvo a merced de los soldados.
Resultó ser sometido a sus crueles tratos como consecuencia del odio de los calvinistas y a la negativa del grupo de revelar dónde habían ocultado sus implementos eucarísticos.
Pese a que les ofrecieron la libertad a cambio de que abjuraran de la Eucaristía y rechazaran la supremacía pontificia, los Mártires no cedieron, siendo ejecutados en un granero aledaño a Gorkum.
Bogotá, Colombia - Doy gracias infinitas a la Santísima Trinidad por la vida y la divina misericordia que siempre me ha acompañado, le pido a Dios perdone los errores de esta alma y me ayuda en el peregrinar para alcanzar las gracias prometidas en el cielo. Amén.
San Pedro Sula, Honduras (2011) - En este día sacramentaremos nuestro matrimonio, teniendo la bendición de Dios y de la Virgen María, Gracias Señor por tu infinita misericordia y por que tus ojos siempre han estado mirandonos con amor.
En aquellos días, Jacob dio las siguientes instrucciones a sus hijos: "Cuando me reúna con los míos, enterradme con mis padres en la cueva del campo de Efrón, el hitita, la cueva del campo de Macpela, frente a Mambré, en Canaán, la que compró Abrahán a Efrón, el hitita, como sepulcro en propiedad. Allí enterraron a Abrahán y Sara, su mujer; allí enterraron a Isaac y a Rebeca, su mujer; allí enterré yo a Lía. El campo y la cueva fueron comprados a los hititas." Cuando Jacob terminó de dar instrucciones a sus hijos, recogió los pies en la cama, expiró y se reunió con los suyos.
Al ver los hermanos de José que había muerto su padre, se dijeron: "A ver si José nos guarda rencor y quiere pagarnos el mal que le hicimos." Y mandaron decirle: "Antes de morir tu padre nos encargó: "Esto diréis a José: Perdona a tus hermanos su crimen y su pecado y el mal que te hicieron". Por tanto, perdona el crimen de los siervos del Dios de tu padre." José, al oírlo, se echó a llorar. Entonces vinieron los hermanos, se echaron al suelo ante él, y le dijeron: "Aquí nos tienes, somos tus siervos." Pero José les respondió: "No tengáis miedo, ¿soy yo acaso Dios? Vosotros intentasteis hacerme mal, pero Dios intentaba hacer bien, para dar vida a un pueblo numeroso, como hoy somos. Por tanto, no temáis; yo os mantendré a vosotros y a vuestros hijos." Y los consoló, hablándoles al corazón.
José vivió en Egipto con la familia de su padre y cumplió ciento diez años; llegó a conocer a los hijos de Efraín, hasta la tercera generación, y también a los hijos de Maquir, hijo de Manasés; los llevó en las rodillas. José dijo a sus hermanos: "Yo voy a morir. Dios cuidará de vosotros y os llevará de esta tierra a la tierra que prometió a Abrahán, Isaac y Jacob." Y los hizo jurar: "Cuando Dios cuide de vosotros, llevaréis mis huesos de aquí." José murió a los ciento diez años de edad.
Dad gracias al Señor, invocad su nombre, / dad a conocer sus hazañas a los pueblos. / Cantadle al son de instrumentos, / hablad de sus maravillas. R.
Gloriaos de su nombre santo, / que se alegren los que buscan al Señor. / Recurrid al Señor y a su poder, / buscad continuamente su rostro. R.
¡Estirpe de Abrahán, su siervo; / hijos de Jacob, su elegido! / El Señor es nuestro Dios, / él gobierna toda la tierra. R.
Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. (Salmo 104)
Evangelio
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: "Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de la casa lo han llamado Belzebú, ¡cuánto más a los criados! No les tengáis miedo, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al oído, pregonadlo desde la azotea.
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay comparación entre vosotros y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo."
El Señor nos pide confiar con todo el corazón en sus promesas, porque Él no nos defrauda; y desconfiar en el mundo que sólo brinda ilusiones, abundancia, prosperidad e inmediatez. 6 min. 28 seg.
Cristo nos advierte de las dificultades y nos dice todo lo que está por sucedernos, no para vivir en el terror sino para que no tengamos miedo porque estamos fundamentados en Él. 5 min. 8 seg.
El misionero con miedo a la tortura, a la cárcel, a la exclusión, a la burla y a la muerte se hace inútil para Cristo y para sus hermanos. 6 min. 34 seg.
La acción del Espíritu comienza con el rechazo a vicios y pecados para luego darnos cuenta de los bienes me hemos perdido y así empezar a avanzar por la senda del Señor queriendo no volver a ofenderlo. 6 min. 47 seg.
La muerte a todos nos simplifica porque el final se parece al principio y aún a puertas de morir podemos y debemos creer en las promesas de Nuestro Señor. 4 min. 46 seg.
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1.1 Sin el talento y sabiduría de José, que llegó a ser administrador de las riquezas de Egipto, su propia familia habría perecido de hambre. El vino a ser un instrumento de la Providencia de Dios, y gracias a su intervención la promesa hecha a Abraham pudo continuarse en la historia del pueblo elegido que a la vera de los egipcios vino a crecer de modo asombroso. Llegaron a ser muy numerosos y en esa fecundidad y vitalidad vino a verse como un primer cumplimiento de aquello que Dios había dicho a Abraham, que tendría descendientes como las estrellas del cielo.
1.2 Sin embargo, el lugar de la alianza no podía ser Egipto. La tierra que Dios dio a Abraham no fue esa, y la prueba está en que cuando él tuvo que conseguir sepulcro para Sara lo buscó y lo compró donde Dios le indicaba, es decir, en Canaán. Egipto, pues, no podía ser sino una etapa, una larga pero no definitiva parada en el largo peregrinar de la fe del pueblo creado por el poder de Dios.
1.3 En el ocaso de su vida, José comprende de modo maravilloso que su vida era parte de ese plan pero que el plan iba más allá, hacia tierras, gentes y tiempos que él ya no alcanzaría a ver. Como un acto de profecía, y también un modo de unirse al destino de la promesa, él no quiere que sus huesos queden en los elegantes pero idolátricos sepulcros egipcios. Sus huesos, imagen su de su última voluntad y de su última posesión, tendrán que seguir peregrinando, porque sólo hay descanso allí donde Dios cumple sus promesas.
2. Aprendiendo a vivir libres de temor
2.1 El evangelio de hoy es una catequesis preciosa sobre cómo vencer el miedo. No cualquier miedo, sino ese que nos paraliza, que nos inutiliza, que nos impide ser generosos, agradecidos, emprendedores.
2.2 Somos víctimas de ese miedo cuando nos escondemos en el presente para que no nos asalte el recuerdo del mal que hicimos o no nos persigan las preguntas de un futuro incierto. Somos sus víctimas también cuando mendigamos certezas de las cosas que vemos sin llegar a comprender que nuestras preguntas son más grandes que las respuestas que podemos asir.
2.3 Jesús nos muestra que podemos vencer el miedo sobre todo con un arma: sabiendo que somos valiosos ante Dios. Su Evangelio de amor es el anuncio de lo preciosos que somos, y sobre esa certeza la angustia se derrite como la nieve ante el sol del verano.
Quiero darte gracias, Señor y Rey, y alabarte, Dios, mi salvador. Voy a dar a conocer tu nombre, porque has sido mi ayuda y protección y me has salvado de la muerte; me has puesto a salvo de las lenguas insidiosas y de los labios que dicen mentiras contra mí.
Estuviste conmigo frente a mis adversarios; me defendiste con tu gran misericordia de aquellos que estaban listos para devorarme, del poder de los que me perseguían a muerte, de todos los peligros que me rodeaban. Me salvaste de las llamas voraces que me cercaban, de en medio de un fuego que no había yo encendido, me libraste de las profundas entrañas del abismo, de los labios maldicientes y mentirosos, de las flechas de una lengua traidora.
Estuve a punto de morir y casi al borde del abismo; me asediaban por todas partes y no había quien me ayudara, buscaba un protector y no lo había.
Entonces, Señor, me acordé de tu misericordia y de tu bondad, que son eternas; que tú salvas a los que en ti confían y los libras del poder de los malvados.
«No piensen que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espadas. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.
El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no coge su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará».
1.1 Con San Juan Heer la historia ha sido escasa en datos; pero sí sabemos que nació el Colonia a principios del siglo XVI. Ingresa en plena juventud en el Convento de Santa Cruz de su ciudad natal. Ya sacerdote pide ser destinado a Holanda, pues allí los católicos padecen una dura persecución por parte de los Calvinistas.
1.2 En Holanda trabaja en la Parroquia de Hoornaar a lo largo de 20 años. Es un celoso pastor de la feligresía. Como fiel hijo de Santo Domingo de Guzmán vive el ideal marcado por el Santo Fundador: "Transmitir a los demás el fruto de la contemplación."
1.3 San Juan de Colonia es dominico y, por ello tiene una espiritualidad en la que la devoción a la Santísima virgen es filial; y al mismo tiempo, es un enamorado de la Sagrada Eucaristía. Celebra la Santa Misa con singular fervor y es constante adorador ante el Sagrario. Esto le da fuerza para ser un gran apóstol y vivir la comunión y la fraternidad con otros religiosos y sacerdotes. En Gorcun, donde se encuentran encarcelados varios religiosos y sacerdotes se acerca, camuflado, llevándoles la Sagrada Comunión, apoyo y aliento fraterno. Sus frecuentes visitas no pasan desapercibidas a los calvinistas. En una de ellas, y después de administrar el Bautismo a un niño, es capturado y encerrado en la cárcel con una veintena de religiosos: franciscanos, agustinos y sacerdotes seculares.
2. El Martirio: la Hora de Dios
2.1 La cárcel es un subterráneo destinado a peligrosos criminales. Allí padecen incontables ultrajes, golpes y malos tratos. Sufren de todo: insultos, azotes, bofetadas y simulacro de martirio una y otra noche..
Su martirio es refinado. El Conde de Lummois ordena sean conducidos a su residencia de Brielle. Embarcados en la noche son recluidos; al día siguiente llegan a la ciudad. Aquí sufren un simulacro de procesión: los 20 religiosos y sacerdotes, despojados de sus hábitos y con un mínimo de ropa, caminan entre burlas e insultos. Es un nuevo Vía Crucis. Les obligan a dar vueltas al patíbulo y a cantar a la Virgen María, y así en repetidas ocasiones.
2.2 Dos días más tarde, sin haber probado alimento, les fuerzan a renegar de la Sagrada Eucaristía y del Papa de Roma. Ante su negativa, son de nuevo, conducidos al suplicio. Allí les desnudan y son colgados durante horas. Más tarde les depositan en el suelo donde les amputan los miembros y les abren el vientre.
2.3 Al año siguiente, el 9 de julio de 1573, y a la misma hora, los soldados católicos obtienen una resonante victoria ante el ejército calvinista. El 14 de noviembre de 1675 son beatificados por el Papa Clemente X.
«Canta de gozo y regocíjate, Jerusalén, pues vengo a vivir en medio de ti, dice el Señor. Muchas naciones se unirán al Señor en aquel día; ellas también serán mi pueblo y yo habitaré en medio de ti y sabrás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti. El Señor tomará nuevamente a Judá como su propiedad personal en la tierra santa y Jerusalén volverá a ser la ciudad elegida».
¡Que todos guarden silencio ante el Señor, pues él se levanta ya de su santa morada!
Regocíjate, Jerusalén, pues vengo a vivir en medio de ti (Zacarías 2, 14-17)
Salmo
Alaben, servidores del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, desde ahora y para siempre. R.
Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del Señor. El Señor está sobre todas las naciones, su gloria se eleva sobre el cielo. R.
¿Quién es como el Señor, nuestro Dios, que tiene su morada en las alturas, y se inclina para contemplar el cielo y la tierra? R.
El levanta del polvo al desvalido, alza al pobre de su miseria, para hacerlo sentar entre los nobles, entre los nobles de su pueblo. R.
En aquel tiempo, Jesús estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus parientes se acercaron y trataban de hablar con él. Alguien le dijo entonces a Jesús:
«Oye, ahí fuera están tu madre y tus hermanos, y quieren hablar contigo».
Pero él respondió al que se lo decía:
«¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?»
Y señalando con la mano a sus discípulos, dijo:
«Estos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».
Señalando con la mano a sus discípulos, dijo: Estos son mi madre y mis hermanos (Mateo 12, 46-50)
Recuento de la historia del cuadro renovado de la Virgen de Chiquinquirá, y de las circunstancias de su coronación, el 9 de Julio de 1919. 4 min. 38 seg.
Homilía con motivo de la Fiesta de la Virgen de Chiquinquirá, reina y Patrona de Colombia, en el día en que mi padre cumple 80 años de vida. 25 min. 34 seg.
Tendemos a apoderarnos de los regalos pequeños mientras que los realmente grandes los compartimos. Ningún regalo mayor que el amor de Dios. 17 min. 33 seg.
En la fiesta de Nuestra Señora de Chiquinquirá, pidámosle al Señor que ni siquiera los fracasos nos frenen en nuestro camino de amor y servicio a Él. 6 min. 20 seg.
Predicación especial en la Catedral Primada de Colombia, con motivo de la vista del Papa Francisco: (1) La Virgen se manifestó en primer lugar a una española, María Ramos, y un niño indígena, Miguel: los llamados "conquistadores" y los "conquistados" caben bien en el Corazón de la Madre de Cristo, en quien se restablece el orden de Dios. (2) María Ramos era una mujer separada; su amistad con la Virgen Santísima le ayuda a superar la frustración y toda tentación de venganza. (3) Las oraciones de esta piadosa española se derramaron durante mucho tiempo ante un lienzo que parecía vacío. Su devoción parece un acto tonto y loco; pero luego uno ve que vivir el Evangelio siempre parece loco y tonto, y sin embargo en él está nuestra verdadera victoria. 17 min. 5 seg.
Celebramos el centenario de la coronación de la imagen del Rosario de Nuestra Señora de Chiquinquirá tiempo justo cuando libramos fuertes batallas en nuestros corazones. 4 min. 35 seg.
Démosle gracias a la Santísima Virgen María porque ha peregrinado en la historia de Colombia junto a los Dominicos y pídanosle que nos lleve a la verdadera libertad. 6 min. 7 seg.
Pasos para descubrir la presencia y auxilio de la Virgen María en la vida del pueblo cristiano: (1) el Cielo no está lejos de la Tierra; (2) Lo propio de la vida cristiana es el amor de caridad; (3) Cuando los santos acceden a la bienaventuranza no se extingue el amor que los hizo cristianos; (4) No hay criatura que tenga amor tan grande como la Virgen María; (5) No es extraño entonces que de distintas maneras se haga presente en auxilio del pueblo de Dios que peregrina. 15 min. 57 seg.
Allí donde María Santísima reina ella se anticipa a las necesidades, intercede eficazmente, acelera la obra de Cristo y discretamente se hace a un lado para dejarle toda la gloria a su Señor. 4 min. 45 seg.
Seamos personas de oración, reconociendo nuestras necesidades y teniendo la certeza de que Dios sobrepasa lo que le pedimos porque Nuestro Señor es abundante, es generoso. 4 min. 27 seg.
Acostúmbrate a tratar a la Virgen María como Reina, a descubrir en ella aquella persona que unida a Dios no puede hacer otra cosa que conducirte por las sendas del Señor. 6 min. 53 seg.
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1.1 La tradición nos cuenta que hace cuatro siglos don Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, solicitó al español Alonso de Narváez (hacia 1560) que pintara una imagen de la Virgen del Rosario, para colocarla en una pequeña capilla. La pintura fue realizada sobre una tela de algodón de procedencia indígena, media 44 pulgadas de alto por 49 de ancho, Alonso de Narváez usó colores al temple, realizó una imagen de la Virgen del Rosario con el Niño Jesús, y a los lados puso al Apóstol San Andrés y a San Antonio de Padua.
1.2 El cuadro fue ubicado en la capilla que poseía don Antonio en sus aposentos de Suta, estuvo allí durante más de una década, pero la capilla tenía el techo de paja, lo que provoco que la humedad deteriorara la pintura hasta dejarla completamente borrosa. Tras la muerte de Santana, su viuda, se trasladó a Chiquinquirá, hacia el año 1577-78. La imagen fue llevada a ese lugar, pero se encontraba en tan mal estado que fue abandonada en un cuarto, habitación que tiempo atrás había sido usada como oratorio.
2. La Renovación
2.1 Al comenzar el año 1586, se estableció en Chiquinquirá, una piadosa mujer, María Ramos, nacida en Sevilla (España), la señora reparó el viejo oratorio y colgó en el mejor lugar de la capilla, la deteriorada pintura de la Virgen del Rosario.
2.2 El día 26 de diciembre de 1586, María salía de la capilla, cuando pasó frente a ella una mujer indígena llamada Isabel y su pequeño hijo. En ese momento Isabel grito a María "mire, mire Señora..." Ella dirigió la mirada hacia la pintura, la imagen aparecía rodeada de vivos resplandores, prodigiosamente los colores y su brillo original habían reaparecido, los rasguños y agujeros de la tela habían desaparecido. Con tan maravilloso suceso se inició la devoción a Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Regocíjate, hija de Sión; grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás. Aquel día dirán a Jerusalén: "No temas, Sión, no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. Él se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta." Apartaré de ti la amenaza, el oprobio que pesa sobre ti.
Hijas de reyes salen a tu encuentro, / de pie a tu derecha está la reina, / enjoyada con oro de Ofir. R.
Escucha, hija, mira: inclina el oído, / olvida tu pueblo y la casa paterna; / prendado está el rey de tu belleza: / póstrate ante él, que él es tu Señor. R.
Las traen entre alegría y algazara, / van entrando en el palacio real. R.
De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir. (Salmo 44 )
Evangelio
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."
María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre."
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? (Lucas 1,39-56)
En el contexto de la preparación para la fiesta del 9 de Julio, un evangelio de la infancia, la visita de los Reyes Magos, nos obliga a descubrir lo propio de la verdadera obediencia y de cuándo hay que desobedecer. 37 min. 25 seg.
La invitación es agradecer a Dios por nuestra Madre María, y a Ella, por su presencia bendita, acogiendo su llamado a volvernos a Jesús haciendo lo que Él nos diga. 6 min. 47 seg.
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1.1 La Virgen del Rosario que ocupa el centro del cuadro mide aproximadamente un metro de alto; su mirada se vuelve hacia la izquierda, desviando la atención hacia el Niño casi desnudo que lleva en sus brazos. Es una imagen serena cuya delicada sonrisa irradia gran dulzura. El color de su rostro es pálido, lo mismo que el del Niño. Curiosamente, éste lleva en la mano derecha un pajarito de vivo plumaje que un cordel sujeta a su dedo pulgar y de la mano izquierda deja colgar un pequeño rosario.
1.2 Nuestra Madre apoya su cuerpo sobre una media luna, en una posición que sugiere que va de camino. Cubre su cabeza una toca blanca recogida sobre el pecho, y un manto azul celeste envuelve su vestido de color rosado. Con el dedo meñique de su mano izquierda sostiene un rosario que le cae en el medio del cuerpo y en la mano derecha porta un cetro de reina. El cuadro conserva las huellas del pasado deterioro y es cosa notable el que las figuras, que de cerca se ven imprecisas o borrosas, adquieren su relieve y profundidad cuando se observan a cierta distancia.
2. Protección del Cuadro
2.1 Al lienzo se le han superpuesto dos coronas, un cetro, dos rosarios y 27 escudos de oro que dan un hermoso relieve al cuadro, cuyo marco, formado por semicircunferencias de plata, porta las insignias de la condecoración presidencial.
2.2 Durante trescientos años el cuadro de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá se presentó a los fieles sin protección alguna, contándose por millares los objetos que anualmente tocaban la endeble tela de algodón. Los devotos usaban largas varas o cañas para hacer llegar hasta el bendito lienzo diversos objetos de devoción. Es algo realmente admirable que la tela se conserve intacta, a pesar de que tanta manipulación, por fuerza debió haber destruido totalmente el frágil tejido de algodón. Desde 1897 un grueso cristal protege la pintura de las inclemencias del tiempo y del roce con los devotos peregrinos.