ASOCIACIÓN CATÓLICA KEJARITOMENE



VII. Apéndice: Síntesis Histórica

Nuestra Orden Dominicana ha establecido y fomentado, de muy diversas maneras, la colaboración entre frailes y seglares. Razones laborales o litúrgicas, de dirección espiritual o de parentesco, o aún otras, nos han vinculado con hombres y mujeres que, en su mayoría, establecen no sólo una relación de colaboración sino también de amistad y aprecio por el carisma de la predicación desde su condición de seglares.

Así han surgido, a la vera de nuestras Casas y Conventos, multitud de grupos, asociaciones, fraternidades, cofradías que, con mayor o menor número de miembros y con menor o mayor duración han expresado en términos seglares el espíritu de Santo Domingo de Guzmán.

Entre estas iniciativas fue quizá la del P. Gabriel M. Blanchet la que dejó una impronta más profunda como modo de formación y de apostolado con los que entonces se llamaron “terciarios dominicos”. La Regla de las fraternidades que entonces vieron la luz, su itinerario hasta la profesión y su proyección en un apostolado intelectual siguen siendo un recuerdo, un paradigma y un reto para los dominicos de Colombia, singularmente para quienes estamos asignados a este Convento de Santo Domingo que vio florecer una genuina Orden Tercera.

Diversas circunstancias segaron esta iniciativa, aunque sin llegar a reducirla a la nada. Los profesos seglares de aquella época han tenido su representación en fraternidades actuales cuyos integrantes se esfuerzan por vivir aquello que le prometieron a Dios y a la Orden.

Con todo, es claro que un apostolado de este género no tiene que seguir forzosamente un camino de uniformidad, si bien es siempre deseable la unidad. Por ello este Convento de Santo Domingo ha sido una vez más lugar de convergencia de una serie de actividades que hoy podemos mirar como un proyecto —entre otros— de evangelización dominicana con seglares.

El ministerio de la predicación tiene la libertad del Espíritu y también la profundidad de la Palabra. Es bondad del Señor que aquello que empezó como una invitación que recibió el P. Nelson Medina hacia 1994 —dar una serie de charlas en una Comunidad Laical de Oración— se ha ido constituyendo, gracias al apoyo y beneplácito de los últimos Provinciales, Fr. Tito Murcia y Fr. Carlos M. Alzate, y de los últimos Priores del Convento, Fr. Orlando Rueda, Fr. Mauricio Galeano y Fr. Rubén D. López, en un camino de formación y cooperación entre seglares y frailes de nuestro Convento.

Como en el Santo Rosario, hemos tenido misterios de gozo, de dolor y de gloria. En varias ocasiones, con propósito de diversas reestructuraciones, he tenido que pedir a algunos que ya eran miembros de la Asociación que renuncien a su condición de Asociados. Las imperfecciones humanas típicas han aflorado en todos nosotros: hipersensibilidad, y algunas veces celos, falta de oración y de caridad.

Experiencias hermosas han marcado también el camino: Miles de personas han asistido a nuestros Congresos y cientos a los Cursos de formación. Vigilias, Retiros, actividades con otros miembros de la Familia Dominicana y algunos tiempos de misión en el campo y la ciudad son una carta de presentación, un motivo de gratitud y un estímulo. Además, en Junio de 1999 celebramos el primer Capítulo General de Kejaritomene y para Junio de este año 2000 está programado el segundo.

Para llevar a cabo su misión, y con el objeto de coordinar las diferentes actividades que se realizan en torno a la misión evangelizadora, la Asociación Kejaritomene tiene varias áreas de compromiso, que llamamos ministerios: Ministerio de Evangelización, Ministerio del Interior y Ministerio del Exterior. Los Asociados, de acuerdo con su carisma personal se unen e diversas obras de estos ministerios.







“Qué es Kejaritomene”

I. Definición

II. El Carisma Básico

III. Las Etapas de la Evangelización

IV. La Importancia y los límites de la Comunidad

V. Los cinco pilares de Kejaritomene

VI. Grados de pertenencia

VII. Apéndice: Síntesis Histórica







*** DEO OPTIMO MAXIMO ***