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Llamado por los polacos, "El Pacificador", fue el tercero de los trece hijos de Casimiro IV, rey de Polonia, y de Isabel de Austria.
Muy devoto desde la infancia, Casimiro se consagró a la oración y penitencia, rechazando toda blandura consigo mismo. Vivía siempre en la presencia de Dios, tranquilo, alegre y simpático a todos. Su amor al Señor se traducía en amor a los pobres, que son miembros de Cristo.
Por obediencia a su padre, el Santo tuvo que partir a la frontera con Hungría como cabeza de ejército, para defender a los nobles de ese país de su antiguo y tirano rey.
Sin embargo, no tuvo mucho éxito. Ante el temor de iniciar una nueva e injusta guerra, prefirió entregarse nuevamente al estudio y la oración, renegando de tomar las armas, pese a los ruegos de su padre y de los nobles.
Asimismo, en la corte se habló de casarlo con la hija del emperador Federico III, pero Casimiro no quiso ni pensar en renunciar al celibato que se había impuesto.
Las austeridades que practicaba agravaron la enfermedad de los pulmones que padecía, y el Santo murió en 1484, cuando no tenía sino 23 años de edad.
Caracas, Venezuela - Felicidades en su cumpleaños, que Dios y la Santísima Virgen, le den sanación, liberación, conversión, protección y prosperidad integral. Amén. Leny
Valparaiso, Chile (1997) - Un saludo de cumpleaños para mi hijo, por que es el mayor regalo que Dios me ha dado. Señor acompaña, todos los momentos de su joven vida. !!feliz cumpleaños!!
Bogotá, Colombia. (1993) - Esposa mía, te amo y como humano he querido que ese amor se asemeje a la transparencia del amor absoluto e infinito que Dios tiene por nosotros, su pueblo.
Somos una pequeña comunidad, Laura Alejandra, Jorge Andrés, tu y yo, que unidos a los demás hogares de este pueblo de Dios, compartimos de ese amor libre que a través de la alianza Dios nos compartió con Cristo Jesus.
Ordenación Sacerdotal. Cúcuta-Norte de Santander, Colombia (1995) - Felicitaciones en este día tan especial... gracias por ser uno de los servidores de nuestro Señor Jesúcristo. Con personas así como tú que viven por enseñarnos lo lindo que es amar a nuestro Padre. Te queremos Padre Helmer de tus fieles discípulos de Villa del Rosario. Lizmar
Ordenación Sacerdotal. Villa del Rosario, Colombia (1968) - Que mi Dios Padre Todo poderoso te ilumine te llene de su Espíritu Santo, que te ayude a tomar sabias decisiones son los deseos de lizmar.
Así dice el Señor Dios: "Si el malvado se convierte de los pecados cometidos y guarda mis preceptos, practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá. No se le tendrán en cuenta los delitos que cometió, por la justicia que hizo, vivirá. ¿Acaso quiero yo la muerte del malvado -oráculo del Señor-, y no que se convierta de su conducta y que viva? Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, imitando las abominaciones del malvado, ¿vivirá acaso?; no se tendrá en cuenta la justicia que hizo: por la iniquidad que perpetró y por el pecado que cometió, morirá.
Comentáis: "No es justo el proceder del Señor." Escuchad, casa de Israel: ¿Es injusto mi proceder?, ¿o no es vuestro proceder el que es injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió. Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá."
¿Acaso quiero yo la muerte del malvado, y no que se convierta de su conducta y que viva? (Ezequiel 18,21-28)
Salmo
Desde lo hondo a ti grito, Señor; / Señor, escucha mi voz; / estén tus oídos atentos / a la voz de mi súplica. R.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor, / ¿quién podrá resistir? / Pero de ti procede el perdón, / y así infundes respeto. R.
Mi alma espera en el Señor, / espera en su palabra; / mi alma aguarda al Señor, / más que el centinela la aurora. / Aguarde Israel al Señor, / como el centinela la aurora. R.
Porque del Señor viene la misericordia, / la redención copiosa; / y él redimirá a Israel / de todos sus delitos. R.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? (Salmo 129)
Evangelio
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil", tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "renegado", merece la condena del fuego.
Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto."
La cuaresma es tiempo de reconciliación, con Dios y con los hermanos. La reconciliación con Dios implica conversión, esto es: recapacitar y emprender el camino de regreso a casa del Padre Dios. 4 min. 54 seg.
Lo que Cristo pide de nosotros, en cuanto a la reconciliación con los hermanos, es nuestro empeño sincero, no necesariamente lo que logremos conseguir. 4 min. 6 seg.
Oremos con esperanza y esperamos en el Señor, porque Él es capaz de hacer que todo aquel que se encuentra en pecado y está en contra de la Iglesia, se convierta y viva. 6 min. 41 seg.
Jesús nos invita a la perfección que radica en la renovación del corazón y a evitar las divisiones y discusiones, aunque no lo logremos siempre. 6 min. 9 seg.
No te quedes en tus privilegios creando odio y división en los demás. Hay que tener una actitud de conversión, preguntándote ¿Cómo mejora mi vida mejorando la vida de otros? 6 min. 34 seg.
La reconciliación también es una ofrenda, dar pasos para acercarse al hermano es un sacrificio que agrada de forma extraordinaria a Dios. 5 min. 16 seg.
La justicia divina trae verdadera paz, está unida a la conversión, a que descubramos que el enemigo no es el opresor sino la opresión, no es cruel sino la crueldad, no es el pecador sino el pecado. 5 min. 1 seg.
Cristo nos muestra que si en nosotros hay odio o desprecio no podemos estar en comunión con Dios porque esa persona a la que odias o desprecias será hasta el final de sus días amado de Dios. 7 min. 22 seg.
La reconciliación es parte del mandato del amor al prójimo e implica que no es simple diplomacia, debe suceder en la verdad y la justicia y debe empezar por el reconocimiento de las propias faltas. 7 min. 2 seg.
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1.1 Dios abre su corazón: no quiere la muerte. Él es el Dios vivo, el Dios que da la vida, el Dios que vence a la muerte. Dios no quiere la muerte, sino que la increpa con dura voz: "Oh muerte, ¡yo seré tu muerte!" (Os 13,14). Dios no quiere la muerte; ¿podría decirlo de modo más claro que aquello que leemos en el Deuteronomio? Allí encontramos: "Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz y allegándote a El; porque eso es tu vida y la largura de tus días, para que habites en la tierra que el Señor juró dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob" (Dt 30,19-20).
1.2 La condición para que el pecador viva es simplemente que se aparte de aquello que le mata, es decir, del pecado. Así entendemos que arrepentirse es un acto de supervivencia y un modo sencillo y directo de amarse rectamente a sí mismo. Cosa que es bueno saber en todo tiempo pero que resulta tanto más saludable en el tiempo de cuaresma, tiempo por excelencia para arrepentirnos de nuestras culpas.
1.3 Toda la conversión es la historia de un hombre que deja lo que le mata y se vuelve hacia quien es su Vida. Y así como el que se vuelve al sol necesariamente es iluminado, así también quien vuelve a mirar a Dios es vivificado.
2. Una justicia mejor
2.1 Los fariseos presumían de ser justos. Practicaban o aparentaban practicar escrupulosísimamente los detalles ínfimos de la Ley para darse la certeza interior y proyectar la imagen exterior de ser justos, muy justos, perfectamente justos. Con un toque de ironía Jesucristo habla de una justicia "más perfecta". ¿En qué consistirá? ¿Se trata de ser todavía más rigurosos en los detalles de la legislación y las venerables tradiciones de los mayores? No. La propuesta de Jesús es de otro orden.
2.2 En realidad Jesús hace dos cosas con la Ley: por una parte, la lleva al interior del hombre. No es ya una ley de lo observable, y por tanto de las apariencias, sino de la sinceridad, de la intención, de la verdad del corazón. Por otro lado, Jesús une indisolublemente la Ley que nos une a Dios con la Ley que nos une a los hermanos. No caben ya, entonces, esos modelos de supuesta "santidad" que creen que van a sobresalir más cuanto más abajen al resto del universo.
2.3 La religión de la sinceridad y del corazón es también la religión de la comprensión y de la reconciliación. O dicho de otro modo: la religión de la VERDAD es también la religión de la MISERICORDIA. ¡Eso es fantástico! Y por eso es más perfecto este nuevo esquema, esta nueva "justicia". En el esquema farisaico ser "de verdad" justo implicaba endurecerse contra el que no lo era; y ser "compasivo" quedaba relegado para lo que no eran "verdaderos" fieles.
2.4 Ahora con Jesús se han hermanado la verdad y la misericordia; ahora es posible encontrar al Señor allí donde están los rostros de todos esos pobres y pequeños que son como yo: se llaman mis hermanos.