La reproduccion de estos textos y archivos de audio, para uso privado o publico, esta permitida, aunque solamente sin fines de lucro y citando la fuente: http://fraynelson.com/homilias.html.
Sobre las fechas y horas de publicación de estas oraciones mira aquí
Ten presente en tus intenciones de este día:
Haz click en los nombres para ver más información:
Nació en el pueblecito de Pouy en Francia, en 1580. San Vicente, -cuyo nombre significa victorioso-, solía decir, por experiencia propia, a los impacientes: "Tres veces hablé cuando estaba de mal genio y con ira, y las tres veces dije barbaridades". Por eso, cuando le ofendían, permanecía siempre callado, en silencio, como Jesús en su Santísima Pasión.
El Ministro Gondi nombró al Padre Vicente como Capellán de las grandes regiones donde tenía sus haciendas. Descubrió allí con horror, que los campesinos ignoraban totalmente la religión, que las pocas confesiones que hacía eran sacrílegas, porque callaban casi todo, y que no tenían quién los instruyera.
Se consiguió un grupo de sacerdotes amigos para empezar a predicar misiones por esos pueblos. La gente acudía por centenares y miles, a escuchar los sermones. Se confesaban y enmendaban su vida.
Fue ahí, donde vio la urgencia de fundar la Comunidad de Padres Vicentinos, dedicada a instruir y ayudar a los más necesitados.
La obra apostólica del Santo se extendió velozmente, fundando no sólo comunidades, sino también grupos de caridad para ayudar y enseñar a las gentes más pobres.
Sin embargo, con el objetivo de dirigir las misiones, el Santo notó la importancia de que fueran religiosas quienes colaborasen. Fundó, entonces, la Comunidad de las Hermanas Vicentinas, a cargo de Santa Luisa de Marillac.
Murió el 27 de septiembre de 1660, a los 80 años de edad. El Santo Padre León XIII lo proclamó Patrono de todas las asociaciones católicas de caridad.
Zapotlan el Grande-Jalisco, Mexico (2005) - Señor te damos gracias por este tiempo compartido a través de ti, ha sido lleno de retos y muchas pruebas y solo con tus bendiciones hemos salido de la adversidad. Gracias por tus bendiciones, te amamos!
Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol: tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar, tiempo de arrancar; tiempo de matar, tiempo de sanar; tiempo de derruir, tiempo de construir; tiempo de llorar, tiempo de reír; tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar; tiempo de arrojar piedras, tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse; tiempo de buscar, tiempo de perder; tiempo de guardar, tiempo de desechar; tiempo de rasgar, tiempo de coser; tiempo de callar, tiempo de hablar; tiempo de amar, tiempo de odiar; tiempo de guerra, tiempo de paz. ¿Qué saca el obrero de sus fatigas? Observé todas las tareas que Dios encomendó a los hombres para afligirlos: todo lo hizo hermoso en su sazón y dio al hombre el mundo para que pensara; pero el hombre no abarca las obras que hizo Dios desde el principio hasta el fin.
Bendito el Señor, mi Roca, / mi bienhechor, mi alcázar, / baluarte donde me pongo a salvo, / mi escudo y mi refugio. R.
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?; / ¿qué los hijos de Adán para que pienses en ellos? / El hombre es igual que un soplo; / sus días, una sombra que pasa. R.
Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos contestaron: "Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas". El les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Pedro tomó la palabra y dijo: "El Mesías de Dios". El les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar el tercer día".
Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho (Lucas 9, 18-22)
Entre lo limitado de nuestra cotidianidad y lo ilimitado de nuestro preguntar, está el tránsito que nos lleva de lo creado a lo creador, de lo finito a lo infinito de Aquel que rebasa todo cuanto hay. 4 min. 56 seg.
Cuanto más dependes de las cosas más condiciones tiene tu felicidad. En la medida en que dependes menos de lo material empiezas a ser libre y disfrutas de lo que es gratis. 5 min. 3 seg.
Cinco lecciones que nos da el Eclesiastés sobre la variabilidad de circunstancias en el tiempo: desprendimiento, prudencia, humildad, comprensión y búsqueda de lo eterno. 17 min. 5 seg.
Percibir que hay varios tiempos nos ayuda a descubrir la fugacidad de la vida acercándonos a la eternidad, a no juzgar a nadie y a ser conscientes que Dios en diferentes momentos de la vida nos está enseñando algo. 4 min. 50 seg.
No ahogarse en la tristeza ni embriagarse en la alegría; busquemos la libertad interior porque todo lo que llega pasa. Tengamos espíritu prudencia en el trato interpersonal porque cada uno vive su propio tiempo. 8 min. 26 seg.
1.1 El texto del Eclesiastés, en la primera lectura de hoy, es quizás el más conocido de este libro de la Biblia: hay tiempo para cada cosa. Sin embargo, no es tan sencillo saber qué enseñanza se esconde detrás de la enumeración de los distintos tiempos: llorar, reír, danzar, gemir... ¿qué significa que la vida sea eso, esa composición de momentos diversos, que además parecen repetirse?
1.2 Si nos ceñimos al texto de hoy, parecen claras dos cosas: una cierta sensación de desconsuelo que está reflejada en la pregunta del autor: "¿Qué provecho saca de su trabajo el que se esfuerza?" Si los tiempos se repiten, y todo llego y todo pasa, ¿qué sentido tiene esforzarse?
1.3 De un modo más positivo, este crítico de la existencia humana llega a otra conclusión: la variedad de tiempos y circunstancias abre un universo de posibilidades que no podemos abarcar. Nuestra vida particular o personal no es toda la vida posible. Esto puede causar desasosiego o abrirnos a una tremenda admiración sobre la existencia y sobre lo que significa vivir.
1.4 Además, este predicador fue más allá: los tiempos, todos esos tiempos de los que hablamos, no dependen finalmente de una rueda anónima o de un destino fatal, como pretendería el hinduismo con su "sámsara" o el antiguo paganismo griego con su "moira." El tiempo, o mejor, los tiempos, vienen de Dios. Él es el Señor de la Historia.
2. ¿Quién es él?
2.1 La pregunta de Cristo en el evangelio de hoy nos hace recordar el apremiante llamado del Papa Juan Pablo II en su mensaje "Urbi et Orbi" del 25 de diciembre de 1996.
2.2 "Me dirijo, por lo tanto, a todas las varias comunidades. A los pueblos, a las naciones, a los regímenes, a los sistemas políticos, económicos, sociales y culturales para decirles:
2.3 "Aceptad la gran verdad acerca del hombre; aceptad esta dimensión del hombre, que se ha manifestado a todos; aceptad el misterio en que vive cada uno de los hombres desde que Cristo ha nacido.
2.4 "¡Respetad este misterio! ¡Permitid a este misterio que actúe en cada uno de los hombres! Permitidle desarrollarse en las condiciones externas de su ser terreno.
2.5 "Jesús, el Mesías, Príncipe de la Paz. En este misterio se halla la fuerza de la humanidad. La fuerza que irradia sobre todo lo que es humano. No hagáis difícil esta irradiación. No la destruyáis. Todo lo que es humano, crece a partir de esta fuerza; sin ella se marchita; sin ella va a la ruina Por esto os doy las gracias a todos vosotros--familias, naciones, estados, organizaciones internacionales, sistemas políticos, económicos, sociales y culturales--por todo lo que hacéis, a fin de que la vida de los hombres sea en sus diversos aspectos cada vez mas humana, es decir, cada vez mas digna del hombre Deseo de corazón y os suplico que no os canséis en este esfuerzo, en este empeño."