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San Bernardo llegó a Citeaux alrededor de la Pascua de 1112. Este Monasterio, fundado tiempo antes por San Roberto, San Alberico y San Esteban Harding, fue el primero en el que practicaba con todo su rigor, la primitiva regla de San Benito.
En 115, San Bernardo fue enviado a fundar con otros doce monjes, un nuevo Monasterio en la Diócesis de Langres, en la Champagne.
A principios del año 1142, se fundó en Irlanda el primer Convento cisterciense. Los monjes procedían de Claraval, a donde San Malaquías los había enviado a formarse bajo la dirección de San Bernardo.
Dieciocho meses después, ascendió al trono pontificio el Abad del Monasterio cisterciense de Tre Fontane, Eugenio III, que no era otro que el Bernardo de Pisa a quien San Bernardo había conducido al noviciado.
La fama de las cualidades y poderes del Santo eran tan grandes, que los príncipes acudían a su arbitraje y los obispos le consultaban los asuntos más importantes de la Iglesia y se atenían con respeto a sus opiniones y decisiones. Su consejo era para los Papas uno de los principales apoyos de la Iglesia.
Llegó a llamársele "el Oráculo de la cristiandad" , porque Bernardo no era únicamente un fundador de monasterios, un teólogo y un predicador, sino también un reformador y un "cruzado".
El día de Navidad de 1144, los turcos selyukidas se habían apoderado de Edesa, uno de los 4 principados del reino latino de Jerusalén. Los cristianos pidieron auxilio a Europa.
Eugenio III encargó entonces a San Bernardo predicar una Cruzada. El fracaso de ésta levantó una tempestad contra el Santo, quien se había mostrado seguro del triunfo.
Bernardo murió el 21 de agosto de 1153. Tenía entonces 73 años y había sido abad durante 38. Los monjes de Claraval tenían fundados ya 78 monasterios. Fue canonizado en 1174 y proclamado Doctor de la Iglesia, el "Doctor Melifluo", en 1830.
San Bernardo "llevó sobre los hombros el siglo XII y no pudo menos de sufrir bajo ese peso enorme". En vida fue el "oráculo" de la Iglesia, reformador de la disciplina y después de su muerte no ha dejado de instruir y vigorizar a la Iglesia con sus escritos.
Bogotá, Colombia - Querido Padre Dios te bendiga hoy y siempre y te llene de felicidad en tu ministerio ya que desde antes que nacieras te conocía y te consagró para ser su representante, embajador, 2 Corintios. Que te conserve por muchos años siendo sacerdote hasta el último día. Te amamos en Cristo, él es el único amor verdadero.
Bogotá D.C., Colombia - Que Dios nuestro Señor te bendiga este nuevo año de vida y acreciente el don de sanación que te otorgó y confirmó con tu profesión de médica.
Lima, Perú - Un saludo afectuoso a uno de mis tesoros que Dios me regalo, mi adorable madrecita. Gracias Señor por dárme un ser tan maravilloso y sublime, te ruego por caridad poder disfrutar de ella muchos, pero muchos años más y poderle entregar todo mi amor. Tu hija Dorothy
Cartagena de Indias, Colombia (1961) - Te deseo la felicidad que nunca en mi vida he podido desearte. Que mi Dios Padre te de la vida que eternamente puedo desearte como mi amada esposa. Gracias a la providencia del Señor puedo decir que te amo y te quiero hasta que la muerte nos separe y nos lleve a los pies de mi Dios Padre por una eternidad.
Bogotá, Colombia - Damos gracias al Todopoderoso por este nuevo año juntos dando testimonio con su alegría y comprensión, del Amor de Dios. Abrazos, Flia. Vallejo-Castro. Humberto-Luz Adiela
Cabildo prov. Petorca Diócesis San Felipe, Chile - Ordenación Sacerdotal Saludos al padre Ignacio en su segundo año de vida sacerdotal. Imploramos al Espíritu Santo para que le lleve al camino de la Renovación Carismática de nuestra Parroquia San Lorenzo de Cabildo.
Ibagué, Colombia (2011) - Seminario de Vida en el Espíritu. Un encuentro Personal con Jesucristo que transformará tu vida. En la Casa de Oración María Evangelizadora.
En aquellos días, los israelitas hicieron lo que el Señor reprueba, dieron culto a los ídolos; abandonaron al Señor, Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y se fueron tras otros dioses, dioses de las naciones vecinas, y los adoraron, irritando al Señor. Abandonaron al Señor y dieron culto a Baal y Astarté. El Señor se encolerizó contra Israel: los entregó a bandas de saqueadores que los saqueaban, los vendió a los enemigos de alrededor, y los israelitas no podían resistirles. En todo lo que emprendían, la mano del Señor se les ponía en contra, exactamente como él les había dicho y jurado, llegando así a una situación desesperada.
Entonces el Señor hacía surgir jueces, que los libraban de las bandas de salteadores; pero ni a los jueces hacían caso, sino que se prostituían con otros dioses, dándoles culto, desviándose muy pronto de la senda por donde habían caminado sus padres, obedientes al Señor. No hacían como ellos. Cuando el Señor hacía surgir jueces, el Señor estaba con el juez; y, mientras vivía el juez, los salvaba de sus enemigos, porque le daba lástima oírlos gemir bajo la tiranía de sus opresores. Pero, en cuanto moría el juez, recaían y se portaban peor que sus padres, yendo tras otros dioses, rindiéndoles adoración; no se apartaban de sus maldades ni de su conducta obstinada.
El Señor hacía surgir jueces, pero ni a los jueces hacían caso (Jueces 2,11-19)
Salmo
No exterminaron a los pueblos / que el Señor les había mandado; / emparentaron con los gentiles, / imitaron sus costumbres. R.
Adoraron sus ídolos / y cayeron en sus lazos; / inmolaron a los demonios / sus hijos y sus hijas. R.
Se mancharon con sus acciones / y se prostituyeron con sus maldades. / La ira del Señor se encendió contra su pueblo, / y aborreció su heredad. R.
Cuántas veces los libró; / mas ellos, obstinados en su actitud, / perecían por sus culpas; / pero él miró su angustia, / y escuchó sus gritos
Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo. (Salmo 105)
Evangelio
En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: "Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?" Jesús le contestó: "¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos." Él le preguntó: "¿Cuáles?" Jesús le contestó: "No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo." El muchacho le dijo: "Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?" Jesús le contestó: "Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo- y luego vente conmigo." Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.
Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, así tendrás un tesoro en el cielo (Mateo 19,16-22)
El Libro de Los Jueces nos cuenta cómo Dios quiere ajustar la historia del hombre y lo que es el corazón humano, para aproximarlo al maravilloso y providente plan de Dios. 5 min. 31 seg.
Cristo te quiere libre y te pregunta: ¿Puedo contar contigo? ¿Estás realmente disponible o aún tienes algún ídolo que te atrapa, te limita y compite conmigo? 4 min. 29 seg.
Es en Cristo y por el don del Espíritu Santo como empezamos a tener la victoria que ya no es retorno al pecado, sino que es afianzamiento a la obediencia de amor al querer de Dios. 6 min. 28 seg.
La síntesis del capítulo 2 del Libro de los Jueces describe bien el drama de la relación entre el hombre que se debate en su pecado y el auxilio de la gracia divina. 15 min. 45 seg.
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1.1 La repetición estéril de una misma serie de cosas suele llamarse un círculo vicioso : algo que da vueltas sobre un mismo eje y vuelve sin provecho al mismo punto de partida, para luego reiniciar su recorrido inútil.
1.2 Círculo vicioso es lo que nos presenta la primera lectura de hoy: el pueblo peca, le va mal, clama al Señor, el Señor envía un juez, el juez salva al pueblo, el pueblo se siente seguro, y entonces... el pueblo peca, le va mal, clama al Señor, y así sucesivamente, en una repetición estéril.
1.3 Círculo vicioso es nuestra vida, cuando vuelve una y otra vez a sus mismas culpas, cuando se expone una y otra vez a sus mismos riesgos para recaer una y otra vez en las mismas tentaciones.
1.4 Y hay algo triste: pocas cosas hacen tanto daño a la fe como recaer en los mismos pecados, que ya han sido confesados y absueltos.¿Por qué? Porque la gran verdad que nos da fuerza y esperanza es que Dios salva, y el pecado repetido es como una demostración vigorosa de que la salvación no ha podido en realidad cambiarnos. En el mediano o largo plazo este mensaje se impone en nuestra mente y puede llevarnos a sentimientos de desesperanza o de cinismo.
2. Un círculo se vuelve espiral
2.1 Sigamos con las figuras de la geometría. Una espiral se parece a un círculo, pero en realidad es más, porque es un círculo que avanza, un círculo que camina.
2.2 Si miramos bien la historia del libro de los Jueces, descubriremos que no estamos exactamente ante un círculo sino más bien ante una espiral. Si la repetición tuviera la última palabra, todavía estarían los israelitas gimiendo y pidiendo nuevos jueces que les liberasen de los filisteos. La verdad es que Dios es Señor de la historia y él no deja que nuestra vida quede prisionera de un círculo estéril. Tarde o temprano termina el tiempo de los jueces y es preciso abrirse al misterio y ministerio de la profecía, según nos enseña la secuencia misma de la historia bíblica.
2.3 En efecto, pronto, en nuestro caminar litúrgico de la Santa Misa, veremos cómo un hombre, Samuel, marca el final de este tiempo heroico pero en el fondo estéril y abre con su boca una expresión más clara y eficaz del querer divino. Será esa voz, la voz de los profetas, la que eche a andar el círculo, y haga de él una espiral, un camino, una flecha que apunta hacia la gracia y la gloria.
3. Uno que quería más
3.1 Hay una palabra que está haciendo furor, y que parece haber llegado para quedarse: extremo. Los deportes extremos, música extrema, experiencias extremas, cine extremo, etc.
3.2 Para sorpresa nuestra, todo indica que Jesús se adelantó veinte siglos a esa terminología. Y a un joven que quería una experiencia extrema lo llevó más allá de su límite: le propuso el extremo del extremo: vende todo lo que tienes, dales el dinero a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; luego ven y sígueme.
3.3 Creo que es interesante el modo de obrar de Jesús. Pensemos en el caso de los jóvenes, de tantos jóvenes que conocemos. ¿Qué hacemos cuando les vemos buscar cosas y sensaciones extremas? Usualmente criticamos, nos lamentamos, murmuramos de ellos. Jesús hace algo distinto. Lleva el extremo a su límite, y así revela la verdad que hay en el corazón de cada uno. ¿No es admirable?
El que teme al Señor hará siempre el bien y quien es fiel a la ley obtendrá sabiduría.
Ella le saldrá al encuentro como una madre y lo recibirá como una esposa recién casada; lo nutrirá con el pan de la sensatez y le dará a beber el agua de la prudencia; si se apoya en ella, no vacilará; si confía en ella, no quedará defraudado; la sabiduría lo hará destacar entre sus compañeros y le dará elocuencia en la asamblea; lo llenará con un espíritu de inteligencia, lo revestirá con túnica de gloria; lo colmará de gozo y alegría y le dará en herencia un nombre perdurable.
Cantadle al son de instrumentos, / hablad de sus maravillas; / gloriaos de su nombre santo, / que se alegren los que buscan al Señor. R.
Recurrid al Señor y a su poder, / buscad continuamente su rostro. / Recordad las maravillas que hizo, / sus prodigios, las sentencias de su boca. R.
¡Estirpe de Abrahán, su siervo; / hijos de Jacob, su elegido! / El Señor es nuestro Dios, / él gobierna toda la tierra. R.
Buscad continuamente el rostro del Señor. (Salmo 104)
Evangelio
En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo:
«Padre, no sólo te pido por mis discípulos, sino también por los que van a creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que su unidad sea perfecta y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los amas, como me amas a mí.
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque me has amado desde antes de la creación del mundo.
Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo sí te conozco y éstos han conocido que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que me amas esté en ellos y yo también en ellos».
Quiero que donde yo esté, también estén ellos conmigo (Juan 17, 20-26)
Pidamos a San Bernardo que nos enseñe los caminos del cielo y nos revele a la Madre de Cristo, quién es el ejemplo perfecto de todo lo que Dios puede y quiere para su pueblo. 4 min. 11 seg.
Quien este aspirando a más, quien quiera conocer todo lo que Dios puede y quiere hacer que mire a María Santísima como la obra más perfecta de la gracia de Cristo. 5 min. 16 seg.
San Bernardo evangelizaba del bien y alegría de estar en Dios, es maestro de vida espiritual, es consejero admirable llamado oráculo de la cristiandad y muestra que la auténtica teología debe estar unida a la oración. 7 min. 49 seg.
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1.1 Cuando la gente hoy imagina cambios radicales en la sociedad o en el cosmos difícilmente llega adonde llegó Bernardo de Claraval. Alentado por el poder del Evangelio, que conoció de primera mano, Bernardo verdaderamente soñó una Europa muy distinta, un mundo muy distinto, algo así como aspirar seriamente a que se vea el Reino de Dios.
1.2 Bernardo vio en el monasterio cisterciense una especie de encarnación del Evangelio. No de otra manera puede explicarse su increíble ardor en llamar a todos al claustro. Su voz resonó en Europa con la persuasión que tendría quien hiciera sonar una alarma llamando a ir pronto a los refugios antiaéreos, durante un bombardeo.
1.3 Su influencia, sin embargo, no se limitó al monasterio. La fama de santidad, la capacidad oratoria y la coherencia de vida hicieron de él algo así como una "celebridad." La fascinación que hoy muchos tendrían por cantantes o actores el siglo XII europeo la tuvo por hombres de la talla de Bernardo.
2. Triunfos y fracasos
2.1 Según muchos estándares, Bernardo fue, además de santo, un hombre de éxito. No sólo por su popularidad, ni por los más de setenta monasterios que fundó o ayudó a fundar en vida; no sólo por el número de vocaciones o la manera mayormente positiva como fueron recibidas muchas de sus palabras. Bernardo tuvo éxito ante todo porque su enfoque de la vida cristiana marcó toda una era.
2.2 Mas no todo fue éxito. Su modo de ver la teología dejaba muy poco espacio para lo que en esa época se llama "dialéctica" y que hoy en parte corresponde con el papel de la crítica y la lógica. Sus disputas con Pedro Abelardo fueron éxito para Bernardo y su visión más espiritual, monástica y de base patrística. No obstante, la Historia reivindicó en buena parte la postura de Abelardo, de modo que resulta impensable la existencia de las "Sumas" (incluyendo la Suma Teológica) sin quitar un poco de brillo a la gloria de Bernardo.
2.3 Y está también el fracaso estrepitoso de la cruzada. Todo el liderazgo de Bernardo, toda su visión y su modo de imaginar un orbe cristiano no fueron suficientes. La derrota fue dura, y la opinión pública, que como se sabe es muy voluble, se volvió entonces contra el famoso abad de Claraval.
2.4 Probablemente eso fue bueno, si no para la fama sí para el alma de Bernardo. Probablemente ese fue un recordatorio más de la distancia que inevitablemente separa al Reino de Dios de sus precarias y a menudo fugaces expresiones en esta tierra.