San León IX nació en 1002 en Alsacia, que formaba entonces parte del Sacro Romano Imperio.
A los cinco años, Bruno, como se llamaba el futuro León IX, se dirigió a estudiar a la Escuela de Bertoldo, Obispo de Toul. En ella empezó a mostrar su talento excepcional.
Terminados los estudios, fue nombrado Canónigo de la Iglesia de San Esteban de Toul. Cuando el Obispo de Toul murió, el pueblo lo eligió para que le sucediese.
El día de la Ascensión, en 1027, Bruno resultó ser consagrado. Gobernó la Diócesis durante veinte años, introduciendo una disciplina más estricta entre su Clero, tanto secular como regular.
De esta manera logró reavivar la disciplina y el fervor de los grandes Monasterios de su Diócesis, e introdujo en ella la reforma de Cluny.
En 1048 lo nombraron sucesor del Papa Dámaso II, tomando el nombre de León IX. A lo largo de su Pontificado luchó fuertemente contra la simonía, y lanzó severos decretos contra la decadencia del celibato eclesiástico.
Asimismo, ayudó a promover entre el Clero de Roma la vida comunitaria, como también la predicación y el canto sagrado.
Murió el 19 de abril de 1054.