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Juan de Ávila nació en Almodóvar del Campo, en Castilla la Nueva. Estudió filosofía y teología en la Universidad de Alcalá.
Fue considerado como uno de los más influyentes y elocuentes jefes religiososo de la España del siglo XVI. Amigo de San Ignacio de Loyola, sirvió como consejero espiritual de Santa Teresa, además de San Francisco de Borja.
Ordenado ya como sacerdote, mostró tal elocuencia, que el Arzobispo de Sevilla le pidió que se dedicara a la evangelización en su país. Trabajó durante 9 años en las misiones de Andalucía.
El Beato resultó ser acusado ante la Santa Inquisición de Sevilla, por predicar el rigorismo y la exclusión de los ricos del Reino de los Cielos. Luego de ser liberado, se dedicó a misionar en todas las regiones de España, principalmente en las ciudades.
Los más famosos de sus escritos, son las cartas y el tratado "Audi Filia".
Fue beatificado en 1894. La Compañía de Jesús celebra su fiesta como si se tratara de uno de sus miembros, ya que Juan veneró siempre a esta Orden y a su Fundador. Lo sepultaron en Montilla.
Panamá, Panamá (1967) - Mi hermano menor, el benjamín que tanto amaba mi madre, que no está esta fecha para darle todo su amor, ya que ella partío el año pasado a la casa del Señor. Pero yo se que ese amor que ella profesaba esta siendo enviado desde la casa Celestial. Pero aquí en esta vida terrena tienes a tus dos hermanos que te ama. David y yo (Damy)
Ciales, Puerto Rico - Que Dios derrame sobre ti, muchas bendiciones, especialmente te deseamos mucha conversión y que el Señor te ayude a crecer en santidad. Te amamos mucho y damos gracias a Dios por tu cumpleaños.
Estando Pablo en Corinto, una noche le dijo el Señor en una visión: "No temas, sigue hablando y no te calles, que yo estoy contigo, y nadie se atreverá a hacerte daño; muchos de esta ciudad son pueblo mío."
Pablo se quedó allí un año y medio, explicándoles la palabra de Dios. Pero, siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se abalanzaron en masa contra Pablo, lo condujeron al tribunal y lo acusaron: "Éste induce a la gente a dar a Dios un culto contrario a la Ley." Iba Pablo a tomar la palabra, cuando Galión dijo a los judíos: "Judíos, si se tratara de un crimen o de un delito grave, sería razón escucharos con paciencia; pero, si discutís de palabras, de nombres y de vuestra ley, arreglaos vosotros. Yo no quiero meterme a juez de esos asuntos." Y ordenó despejar el tribunal. Entonces agarraron a Sóstenes, jefe de la sinagoga, y le dieron una paliza delante del tribunal. Galión no hizo caso.
Pablo se quedó allí algún tiempo; luego se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria con Priscila y Aquila. En Cencreas se afeitó la cabeza, porque había hecho un voto.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada."
Los esfuerzos y padecimientos de san Pablo nos recuerdan que la evangelización es combate espiritual por las almas; pero la verdadera estrategia es saber que sólo Dios convierte los corazones. 4 min. 9 seg.
Hay una tristeza que es santa, porque es fruto de amar a Dios y extrañar su plena presencia. Cuanto mayor sea esa tristeza, mayor será la alegría que le suceda. 7 min. 42 seg.
Las autoridades judías persiguen a Pablo porque su predicación, aunque trae el cumplimiento de las promesas, supone un cambio muy fuerte en las estructuras de las comunidades. 4 min. 58 seg.
Jesús no es indiferente a nuestras luchas y nos consuela en medio del combate, quiere que a través de la participación en su cruz lleguemos un día a la participación en su victoria. 4 min. 34 seg.
La vida cristiana está marcada por la Pascua: no dejan de sucedernos contradicciones y sufrimientos pero, unidos a Cristo, con puertas de fecundidad y victoria. 22 min. 4 seg.
La Palabra por la que hemos sido concebidos nos alimenta junto con los sacramentos; y la muerte nos lleva a nacer a la vida nueva que es victoria definitiva de nuestro Dios. 5 min. 43 seg.
Pidamos la gracia de contemplar al Señor, de sentir su mirada, de encontrarnos con el consuelo que solo puede darnos su rostro y su presencia. 6 min. 1 seg.
1.1 Hermanos, el recorrido que hemos venido haciendo por los Hechos de los Apóstoles nos ha mostrado ya suficientemente el carácter firmísimo y perseverante del apóstol Pablo. Este es aquel hombre que sufrió naufragios, enfermedad, cárcel y azotes; fue traicionado muchas veces, pasó hambre y sed, desvelos y carencia de lo necesario, lo apedrearon y muchas veces fue sometido a una lluvia inclemente de insultos y burlas. Nada le detuvo. Es admirable: siguió adelante con paso recio y fue capaz de cantar himnos a la gloria divina mientras padecía el hielo y las tinieblas de un calabozo injusto.
1.2 Contemplando con asombro tanta fortaleza no puede menos de maravillarnos que Dios hoy se haya acercado con tanta compasión a darle consuelo y ánimo. Algo grande tenía que estar sucediendo; una misión singularmente ardua venía sobre sus espaldas acostumbrados al trabajo durísimo del apostolado entre los paganos. ¿Dónde se hallaba nuestro paladín y en qué misión se encontraba, para que Dios considerara con tanta providencia como ternura que era tiempo de dar fuerza nueva a su apóstol?
1.3 La ciudad: Corinto. La misión: abrir espacio en medio de un paganismo tan agresivo como seductor, para que allí pudiera nacer una comunidad cristiana. ¡Qué locura! Una comunidad en torno al misterio de la Resurrección, en medio de un pueblo saturado de religiones y filosofías, capaz de tragarse todo menos una cosa: que alguien pudiera vencer a la muerte! Para esa locura, que es también la que hoy necesitamos, se requería un empuje especial, una gracia particular, y por eso Dios quiso hablarle en aquella visión nocturna a nuestro querido apóstol Pablo.
1.4 Corinto no es algo del pasado. Corinto hoy se llama New York, Amsterdam, París, Bogotá, Sidney, Río de Janeiro, Tokio... Corinto es aquel mundo embriagado de placeres y teorías, desesperado y hambriento, enloquecido y mordaz, despiadado y anónimo en el que todo parece posible menos el amor, y donde todo tiene espacio menos la pureza. ¡Dios, danos muchos apóstoles nuevos para este Corinto inmenso que es el mundo del tercer milenio! Amén.
2. Un largo parto
2.1 Cristo nos habla hoy también de esa confrontación con el mundo que es tan propia de la realidad en que vivimos sus discípulos. Ese mundo, ese inmenso Corinto nos hace llorar cuando nos hiere y cuando se hiere. Pero Jesús nos dice que no serán en vano esas lágrimas ni caerán en el vacío. No sólo el viento escucha nuestros gemidos: con ellos somos semejantes a la mujer que da a luz. De nosotros, aunque con llanto, nace un mundo, el mundo pensado y amado por Dios. ¡Vaya honor que nos ha correspondido!
2.2 Ahora bien, ese mundo no nace por sus solas fuerzas ni sólo por nuestros buenos deseos. El Dueño de las Horas, el Señor de la Historia es quien determina con su visita el gran desenlace que transformará los espasmos de la persecución en latidos de vida nueva. Es Él y sólo Él quien conoce la ciencia arcana que destila diamantes de las lágrimas y canciones de los gemidos.
2.3 Cristo glorioso, Salvador del mundo, Señor de las misericordias: ven pronto; vuelve pronto; llega pronto, señor, que el mundo se debate entre la ira y la depresión, entre el hastío y la inanición, entre el cansancio de la muerte y la agitación de la locura. Ven, Cristo, ven y haz que nazca el mundo nuevo. Amén.