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Hermana de San Benito, se consagró a Dios desde su más tierna edad. Mientras su hermano residió en Monte Casino, ella se hallaba en Plombariola, fundando y gobernando un Monasterio.
Tenía la costumbre de visitar a Benito una vez al año. Como no estaba permitido que entrara al Monasterio, él salía a su encuentro para llevarla a una casa de confianza, donde los hermanos pasaban la velada orando, cantando himnos de alabanza a Dios y discutiendo asuntos espirituales.
Sobre la última visita, San Gregorio hace una notable descripción en la cual la Santa, presintiendo que no volvería a ver más a su hermano, le rogó que no partiera esa noche sino al día siguiente. Pero, el Santo se sintió incapaz de romper las reglas de su Monasterio.
Entonces, Santa Escolástica apeló a Dios con una ferviente oración para que interviniera en su ayuda. Acto seguido, estalló una fuerte tormenta que impidió que San Benito regresara al Monasterio. Los dos hermanos pasaron la noche hablando de las cosas santas y de asuntos espirituales.
Tres días después, Escolástica murió, y Benito, que se encontraba absorto en la oración, tuvo la visión del alma de ella ascendiendo al Cielo en forma de paloma.
En aquellos días, Jeroboán pensó para sus adentros: "Todavía puede volver el reino a la casa de David. Si la gente sigue yendo a Jerusalén para hacer sacrificios en el templo del Señor, terminarán poniéndose de parte de su señor, Roboán, rey de Judá; me matarán y volverán a unirse a Roboán, rey de Judá." Después de aconsejarse, el rey hizo dos becerros de oro y dijo a la gente: "¡Ya está bien de subir a Jerusalén! ¡Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto!"
Luego colocó un becerro en Betel y el otro en Dan. Esto incitó a pecar a Israel, porque unos iban a Betel y otros a Dan. También edificó ermitas en los altozanos; puso de sacerdotes a gente de la plebe, que no pertenecía a la tribu de Leví. Instituyó también una fiesta el día quince del mes octavo, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al altar que había levantado en Betel, a ofrecer sacrificios al becerro que había hecho. En Betel estableció a los sacerdotes de las ermitas que había construido.
Jeroboán no se convirtió de su mala conducta y volvió a nombrar sacerdotes de los altozanos a gente de la plebe; al que lo deseaba lo consagraba sacerdote de los altozanos. Este proceder llevó al pecado a la dinastía de Jeroboán y motivó su destrucción y exterminio de la tierra.
Hemos pecado con nuestros padres, / hemos cometido maldades e iniquidades. / Nuestros padres en Egipto / no comprendieron tus maravillas. R.
En Horeb se hicieron un becerro, / adoraron un ídolo de fundición; / cambiaron su gloria por la imagen / de un toro que come hierba. R.
Se olvidaron de Dios, su salvador, / que había hecho prodigios en Egipto, / maravillas en el país de Cam, / portentos junto al mar Rojo. R.
Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo. (Salmo 105)
Evangelio
Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima de esta gente; llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos." Le replicaron sus discípulos: "¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado, para que se queden satisfechos?" Él les preguntó: "¿Cuántos panes tenéis?" Ellos contestaron: "Siete." Mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos cuantos peces; Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran también. La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil. Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
Ser discípulo implica poner al servicio de Cristo mis talentos para que Él disponga de ellos, confiando en que Él me alimenta durante mi vida cotidiana para darme fuerza. 7 min. 6 seg.
Pidamos al Señor por las personas que no logran creer en sus milagros porque tienen un Dios demasiado pequeño, un Dios que debe pedirle permiso a la ciencia para obrar. 4 min. 40 seg.
Es bueno saber que la política si condiciona la religión y que la religión SI se mete con todas las áreas de la vida humana, buscando por supuesto el mayor bien común. 6 min. 40 seg.
Un pecado lleva a otro, por eso la importancia de la conversión, porque el pecado que hoy te parece pequeño puede terminar destruyendo tu vida. 7 min. 7 seg.
Toda idolatría va directamente en contra del Primer Mandamiento que dio el Señor a su pueblo. En el fondo la idolatría quiere imponer su voluntad. El religioso encuentra en sus votos centinelas y defensores del tesoro del plan de Dios en su vida. 20 min. 0 seg.
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1.1 ¿Te acuerdas cuando, yendo ya de camino por el desierto, el pueblo hebreo quiso ver a su Dios, y presionó a Aarón para que les hiciera un becerro de oro? Aarón cedió efectivamente y se organizó una especie de carnaval, según cuenta con detalle el capítulo 32 del libro del Éxodo. Ese desenfreno lo detuvo con santo celo Moisés, que quebró las tablas de la ley y tomó medidas drásticas, incluyendo la destrucción del ídolo.
1.2 Es evidente que detrás de lo del becerro estaba el enemigo de Dios y de todo lo bueno. Supuestamente el becerro indicaba, en esas culturas, no que ese fuera Dios sino que era algo así como la cabalgadura de Dios. Pero la ambigüedad condujo a equívocos y el dios mudo de oro resultaba una invitación a disfrutar de la vida sin entrar en esas consideraciones complicadas de Moisés, o sea, todo eso de una alianza y unos preceptos.
1.3 Aquel intento del demonio fracasó pero el demonio, aunque tenga muchos defectos y pecados también tiene cualidades que usa para el mal, como su inteligencia y su paciencia. Sí: el demonio es paciente y aguarda al acecho como nos lo recuerda Pedro en su Primera Carta, capítulo 5, versículo 8.
1.4 Y todo esto viene a la primera lectura de hoy. Finalmente Jeroboam ha logrado su meta, ya es rey en Israel, y para asegurar estabilidad política quiere evitar que su gente dependa religiosamente del templo de Jerusalén, que es del Reino del Sur. Su solución es implantar la idolatría. Armado de becerros de oro se siente fuerte pero no se da cuenta que está regalándole una sonrisa al demonio y a su paciencia.
2. Lo que puede el amor
2.1 Jesús hace un milagro notable en el evangelio de hoy, pero nuestra atención hará mejor si no se queda en el milagro, sino que busca el motivo del milagro.
2.2 Hay cosas maravillosas que se hacen por orgullo, por vanidad o por ganar dinero o fama. Hay gente que busca llamar la atención haciendo cosas difíciles, extrañas o arriesgadas. Jesús no se asemeja a ellos. Su motivo, la razón de ser de sus milagros se nos revela hoy: es la compasión. "Siento lástima," dice, e impulsado por el amor desea no sólo saciar hambre física sino hambre de Dios, pues al dar pan en el desierto estaba revelando también el poder y al compasión de Dios, que puede vencer todo obstáculo.
2.3 Es importante notar también que es el amor, ese amor de compasión, el que finalmente ha logrado abrir caminos para lo imposible. Y eso hay que anotarlo porque ese mismo amor está disposición de nosotros, y puede y quiere obrar en nosotros.