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Nació en Zudaire, Navarra, en 1548. Con el ideal de entregar su vida a Dios al modo de San Francisco Javier, entra en la Compañía de Jesús a sus 19 años de edad en el otoño de 1567, en el Noviciado de Villarejo de Fuentes, Cuenca.
"Es sastre, tiene fuerzas y desea aprovecharse en la perfección", manifiesta un informe de sus Superiores. Terminada la formación en Alcalá de Henares y en Cuenca, pasa al Colegio de Plasencia, Cáceres, donde es destinado a la misión del Brasil.
"Yo voy contento, porque tengo que ser Mártir", comunica a su director espiritual después de unos ejercicios espirituales. "Se portaba con tanta sinceridad y pureza de vida, que era muy amado por todos", constata la historia de la provincia de Toledo.
El 15 de julio de 1570, a disparo de arcabuz y golpe de pica y espada, cuatro navíos y un galeón enemigos de la fe católica y del ideal misionero que llevaba al Brasil a cuarenta jesuitas en la nave Santiago, ornarían para siempre en sangre martirial, cuarenta palmas misioneras. Son los Mártires del Brasil.
Con su crucifijo al frente, el Beato Esteban de Zudaire había sido escogido entre otros por el Beato Ignacio de Acevedo, su Superior, para que animara estratégicamente en aquellos momentos.
Pero con el cuerpo abierto a punta de espada en el pecho y junto al cuello, es arrojado vivo al mar. Sus labios, jubilosamente, vibran hacia el Cielo con un Te Deum de agradecimiento a Dios por el martirio.
Juan de Mayorga nació en San Juan de Pie de Puerto en el año de 1533. Sus cuadros como pintor, eran muy celebrados en Zaragoza, donde entra en la Compañía de Jesús en 1568. Desde Valencia parte para el Brasil con el Beato Ignacio de Acevedo, quien esperaba mucho de su arte.
Al sufrir el martirio en alta mar, juntamente con el Beato Esteban de Zudaire, sus cuadros pintados en Zaragoza, Val de Rosal e Isla de Madeira, fueron conservados como reliquias.
San Juan de Pie de Puerto le ha dedicado diversas obras, sobre todo escolares y artísticas.
Bogotá, Colombia - Dios le bendiga en un año más de vida y le conceda su salud. Y que Nuestra Madre Santísima le cubra con su manto hoy y siempre. Son los deseos de Olga Yanneth Buitrago.
Bogotá, Colombia - Amado sobrino, Dios y La Virgen María te Bendigan en este día, Feliz Cumpleaños!!!, el día en que llegaste a nuestra vida,todo cambió le diste razón a nuestras vidas, te amo mi pequeño.
Hermanos: No me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.
El mensaje de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición; pero para los que están en vías de salvación-para nosotros- es fuerza de Dios.
Dice la Escritura: "Destruiré la sabiduría de los sabios, frustraré la sagacidad de los sagaces." ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el sofista de nuestros tiempos? ¿No ha convertido Dios en necedad la sabiduría del mundo?
Y como, en la sabiduría de Dios, el mundo no lo conoció por el camino de la sabiduría, quiso Dios valerse de la necedad de la predicación, para salvar a los creyentes.
Porque los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero para los llamados a Cristo -judíos o griegos-, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los hombres, pero para los llamados a Cristo, sabiduría de Dios (1 Corintios 1, 17-25)
Salmo
Aclamad, justos, al Señor, / que merece la alabanza de los buenos. / Dad gracias al Señor con la cítara, / tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R.
Que la palabra del Señor es sincera, / y todas sus acciones son leales; / él ama la justicia y el derecho, / y su misericordia llena la tierra. R.
El Señor deshace los planes de las naciones, / frustra los proyectos de los pueblos, / pero el plan del Señor subsiste por siempre, / los proyectos de su corazón, de edad en edad. R.
La misericordia del Señor llena la tierra. (Salmo 32)
Evangelio
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas". Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis". Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos". Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco". Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora".
¿Nos estamos preparando para el futuro?, ¿sabemos para dónde va nuestra vida, nuestra familia, la sociedad? ¡Obremos con sensatez! No nos quedemos en el momento presente. 5 min. 6 seg.
Aprende de los errores y entiende que en el camino de la conversión tu vida debe pasar por un rompimiento para llegar a la verdadera victoria. 5 min. 21 seg.
La sabiduría según el mundo termina siendo solo astucia; la sabiduría según Dios se convierte en la realización del plan de amor y salvación del Señor a través de la cruz. 5 min. 23 seg.
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1.1 He escuchado algunas veces que los milagros por una parte, y la maravillosa coherencia y lógica de la doctrina católica, por la otra, son dos argumentos muy fuertes a favor de la verdad de la fe que profesamos. La primera lectura de hoy puede llevarnos a revaluar esa opinión, no porque sea mentira nuestra fe, desde luego, sino porque su mayor fuerza se encuentra en otro lugar.
1.2 San Pablo conocía bien la realidad de los fieles de Corinto. Tratándose de un puerto en el centro mismo del mundo griego, los corintios se veían sometidos a un bombardeo constante de todo tipo de religiones, cultos y sistemas de filosofía. Obviamente, cada predicador de cada religión hacía el oficio de "vender" sus ideas y de ponderarlas como las más sabias o más fuertes. El apóstol de Cristo llegó a ese ambiente lleno de oportunidades, pero también ávido de embustes y novedades, y allí anunció un mensaje radicalmente distinto: más que una sabiduría es una locura; más que un portento es un escándalo. Pablo habló de la Cruz y sobre ella fundamentó toda su obra de evangelización en Corinto.
1.3 La sabiduría de buen recibo para los oídos griegos, y luego para nuestros oídos occidentales, es aquella que por su belleza y profundidad acaricia la inteligencia y otorga poder, es decir, aumenta el señorío sobre las cosas y las personas. La sabiduría que Pablo anuncia, en cambio, causa repulsión y extrañeza: habla de un Mesías vestido de derrota, un Cristo puesto en manos de sus enemigos, demasiado débil y aparentemente ineficaz e inútil.
1.4 Y sin embargo, la fealdad y el absurdo de la Cruz tienen un mensaje que es más bello que la más bella teoría: el mensaje del amor hasta el extremo. La inutilidad y la impotencia del Crucificado tienen una fuerza mayor que el más espléndido milagro: la fuerza de la compasión como método y de la misericordia como ley que rescata la de vida.
2. Prepararse para despertar
2.1 La invitación de Jesús es clara: "Estén, pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora" (Mt 25,13). En esta parábola en particular Cristo admite que hay una especie de sueño que nos envuelve a todos, porque la diferencia entre unas y otras doncellas no está en que unas durmieron y otras no. Lo que las diferencia no es en este caso el sueño sino cómo se dispusieron para la hora del banquete, es decir: cómo prepararon su despertar.
2.2 Algunas simplemente no prepararon su despertar. El cansancio, el hastío o la oscuridad de la noche les ganaron y ellas pasivamente entregaron al sueño sin pensar qué podría suceder después. Otras en cambio, aunque sintieran que la noche les podía vencer, hicieron acopio de aceite, de modo que al despertar pudieran contar con algo para vencer a la noche. Es un asunto de conciencia: unas fueron conscientes de que podían dormirse, y tomaron medidas al respecto; otras sencillamente se dejaron ganar del sueño.
2.3 Para nosotros, ¿qué es preparar el despertar? Depende de qué sueño estemos hablando. Uno puede pensar en el sueño de la muerte, cosa que suena muy concorde con el tono escatológico de estos capítulos finales del evangelio de Mateo. Quienes se dejan llevar por este sueño son quienes extinguen su mirada sobre este mundo como si nada realmente fuera a suceder después. Quienes, por el contrario, son previsivos, guardan aceite, que es una manera de guardar luz. Aunque su cuerpo sea vencido por el sueño, hay un poco de luz que no duerme con ellos. ¿Qué luz estamos guardando? ¿Qué puede alumbrar en nosotros cuando ya nos hayamos dormido, esto es, cuando ya la muerte nos haya sometido a su poder?