San Judas Tadeo es uno de los Santos más populares a causa de los numerosos favores celestiales que consigue a sus devotos que le rezan con fe.
En Alemania, Italia, América y muchos sitios más, tiene numerosos seguidores, que consiguen por su intercesión admirable ayuda de Dios, especialmente en cuanto a adquirir empleo, casa u otros beneficios.
Santa Brígida cuenta en sus Revelaciones, que Nuestro Señor le recomendó, al desear conseguir ciertos favores, los pidiera por medio de San Judas Tadeo.
A San Simón y San Judas Tadeo se les celebra la fiesta en un mismo día, porque según una antigua tradición, los dos iban siempre juntos predicando la Palabra de Dios.
Ambos fueron llamados por Jesús para formar parte del grupo de sus doce preferidos o Apóstoles. Ambos recibieron el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego el día de Pentecostés.
Presenciaron los milagros de Jesucristo en Galilea y Judea, oyendo sus famosos sermones muchas veces. Lo vieron ya resucitado y hablaron con Él después de su santa muerte y Resurrección, siendo testigos de la gloriosa Ascensión al Cielo.
San Judas Tadeo escribió una carta que está en la Biblia. Esta carta ataca a los agnósticos y dice que los que tienen fe pero no hacen obras buenas, son como nubes que no tienen agua, árboles sin fruto y olas con sólo espumas. Los que se dedican a los pecados de impureza y a hacer actos contrarios a la naturaleza, sufrirán la pena de un fuego eterno.
Según la antigua tradición, a San Simón lo mataron aserrándolo por medio, y a San Judas Tadeo cortándole la cabeza de un hachazo. Por eso, al primer Santo lo pintan con una sierra y al segundo con un hacha en la mano.