La reproduccion de estos textos y archivos de audio, para uso privado o publico, esta permitida, aunque solamente sin fines de lucro y citando la fuente: http://fraynelson.com/homilias.html.
Sobre las fechas y horas de publicación de estas oraciones mira aquí
Ten presente en tus intenciones de este día:
Haz click en los nombres para ver más información:
Nació el 13 de noviembre del 354 en Tagaste al norte de Africa. El padre de Agustín, Patricio, era un pagano de temperamento violento. Pero gracias al ejemplo de Mónica, su esposa, se bautizó poco antes de morir.
Aunque Agustín ingresó en el catecumenado desde la infancia, no recibió el bautismo de acuerdo con las costumbres de la época. En su juventud se dejó arrastrar por los malos ejemplos, y hasta los 32 años de edad, llevó una vida licenciosa, aferrado a la herejía maniquea.
De ello habla en sus "Confesiones", que comprenden la descripción de su conversión y la muerte de Mónica, su madre. Dicha obra fue escrita para mostrar la misericordia de Dios hacia un gran pecador, que por esta gracia, llegó a ser también y en mayor medida, un gran Santo.
Mónica había enseñado a orar a su hijo desde niño y le había instruido en la fe, de modo que el mismo Agustín, que cayó gravemente enfermo, pidió que le fuese conferido el bautismo. Su madre hizo todos los preparativos para que le fuera dado, pero la salud del joven mejoró y se le difirió.
El Santo condenó más tarde con mucha razón, la costumbre de diferir el bautismo por miedo de pecar después de haberlo recibido.
A raíz del saqueo de Roma por Alarico en el año 410, los paganos renovaron sus ataques contra el cristianismo, atribuyéndole todas las calamidades del Imperio.
Para responder a esos ataques, San Agustín escribió su gran obra, "La Ciudad de Dios". Esta obra es, después de "Las Confesiones", la más conocida del Santo. Ella es no sólo una respuesta a los paganos, sino trata toda una filosofía de la historia providencial del mundo.
Luego de "Las Confesiones" escribió también "Las Retractaciones", donde expuso con la misma sinceridad los errores que había cometido en sus juicios.
Murió el 28 de agosto del año 430 a los 72 años de edad, de los cuales había pasado casi 40 consagrado al servicio de Dios.
Bogotá, Colombia (1961) - Hermanito querido del alma, muestra a Dios tú corazón abierto para que te llene de su misericordia día a día, te bendiga por siempre y te guarde para la vida eterna. Siempre te llevamos en nuestros corazones. Damos gracias a Dios por haberte puesto en nuestros caminos, por estar siempre ahí para tus hermanos y familias, Dios te siga mostrando siempre sus caminos y en tu peregrinar alcances todas las bendiciones y gracias que te conducirán a la patria celestial. Amén
Bogotá,Colombia (1985) - Mi hijo está terminado su carrera, desea un excelente trabajo de politólogo. y desea graduarse pronto. quiere realizar su doctorado en cancillería... gracias Dios es tu hijo y se que tu le regalas toda la sabiduría que el necesita, inteligencia y discernimiento. Gracias papito Dios y virgencita. Cenaida
Lima, Perú (1973) - Mi querido hijo, fue en este día que naciste y siempre estarás en mi recuerdo, en 1989 cuando aun tenias quince años, decidiste cortar tu preciosa existencia, lamento mucho no haber sido suficiente madre, para que te quedaras por mi cariño, lamento tu ausencia todos los dias, lamento la lacra de la droga en la humanidad, la desesperación de jovenes adolecentes que se autoeliminan, como podría haberlo evitado? sabes que intente de todo...pero quizas no te abrazé lo suficiente no te llene de besos como quisiera ahora y aun te lloro..hijo mio perdóname, que la Virgen supla mi falta y Dios te cuide.
Bogotá, Colombia (1977) - Por nuestros 35 años de matrimonio que se nos restaure pronto que haya sanación despues de tanto dolor que sea lo que el Señor quiera. Amén. Gracias
La Union-Antioquia, Colombia (2008) - Gracias Señor por lo que nos prestaste en papá y ahora nos lo has reclamado, ya lo tienes gozando de lo que se ganó en la tierra, gloria a Dios. William
Hermanos: Acerca del amor fraterno no hace falta que os escriba, porque Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros. Como ya lo hacéis con todos los hermanos de Macedonia. Hermanos, os exhortamos a seguir progresando: esforzaos por mantener la calma, ocupándoos de vuestros propios asuntos y trabajando con vuestras propias manos, como os lo tenemos mandado.
Cantad al Señor un cántico nuevo, / porque ha hecho maravillas: / su diestra le ha dado la victoria, / su santo brazo. R.
Retumbe el mar y cuanto contiene, / la tierra y cuantos la habitan; / aplaudan los ríos, aclamen los montes. R.
Al Señor, que llega para regir la tierra. / Regirá el orbe con justicia / y los pueblos con rectitud. R.
El Señor llega para regir los pueblos con rectitud. (Salmo 97)
Evangelio
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: "Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo." El señor le respondió: "Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.""
Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu señor (Mateo 25,14-30)
¿Esperas encontrarte con Cristo como Señor, y como aquel que tiene una palabra definitiva sobre ti? De lo que respondas depende demasiado en tu vida. 4 min. 1 seg.
La fidelidad no depende de la cantidad sino que es una cualidad que está en cada uno; no usemos la palabra y el poder por conveniencia ¡Busquemos la verdadera conversión! 6 min. 39 seg.
Crecer en la vida cristiana requiere: calma para no caer en histeria ni fanatismo; perseverancia para avanzar y foco tomando conciencia de los dones, talentos y carismas que Dios nos ha dado para cultivarlos. 3 min. 34 seg.
Haz una donación
para que esta obra continúe, y llegue a más personas! ¡La gloria sea para Dios!
1.1 Dos rostros grandes y elocuentes de la vida cristiana dominan el breve texto de la primera lectura de hoy: el amor y la paz. Son como complementarios, porque donde hay en verdad el amor, no faltará la paz, y donde hay profunda paz, habita siempre el amor.
1.2 Interesante, por destacar brevemente un punto, aquello que Pablo propone, con tanto sentido humano, como camino y lenguaje para la paz: que cada uno se ocupe de sus asuntos, que cada uno trabaje con sus manos. Todo indica que la primera fuente de los conflictos es que uno descuida sus tareas por criticar las del vecino.
2. Trabaja tu talento
2.1 En la misma línea de cultivar lo propio y de no andar criticando lo de los demás nos instruye el evangelio de hoy.
2.2 Criticamos al gobierno, a la Iglesia, a nuestros padres, a los jóvenes, a los países ricos, por egoístas; a los países pobres, por perezosos. La culpa siempre está afuera de nosotros y las víctimas siempre somos nosotros. De ese modo afirmamos con infinita irresponsabilidad que todo cambio tendrá que suceder afuera y que mientras tanto podremos obrar como queramos.
2.3 La pregunta que hoy nos hace Cristo es concreta entre todas: "¿qué puedes hacer con lo que tienes?". No con lo que deberías supuestamente haber tenido, no con lo que otros tienen, no con lo que tú quisieras tener, no con lo que siempre quisiste tener, no con lo que esperabas tener, no con lo que te duele haber tenido y no tienes, sino simple y llanamente: "¿qué puedes hacer con lo que tienes?". Es un mensaje liberador, indudablemente.
2.4 De otra parte, notemos en la parábola que es el dueño de los talentos quien conoce la capacidad de cada uno, incluso mejor de lo que cada uno la conoce. También esto vale, por supuesto, para el gran Señor y Dueño de nuestras vidas. Sólo Dios conoce cuál es nuestra capacidad real; sólo él sabe de nuestra capacidad real, más allá de lo que nosotros consideramos imposible, improbable o impracticable. Dios, pues, no me lleva a otro lugar sino al centro mismo de mi existencia. En cierto modo, "me obliga" a ser yo mismo.
Queridos hijos: Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. El amor que Dios nos tiene, se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigénito para que vivamos por él.
El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados.
Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. A Dios nadie lo ha visto nunca; pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor en nosotros es perfecto.
En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado su Espíritu. Nosotros hemos visto y de ello damos testimonio, que el Padre envió a su Hijo como salvador del mundo. Quien confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios y Dios en él.
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en ese amor. Dios es amor y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él.
Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros (Juan 4, 4-16)
Salmo
Tú reduces el hombre a polvo, / diciendo: "Retornad, hijos de Adán." / Mil años en tu presencia / son un ayer, que pasó; / una vela nocturna. R.
Los siembras año por año, / como hierba que se renueva: / que florece y se renueva por la mañana, / y por la tarde la siegan y se seca. R.
Enséñanos a calcular nuestros años, / para que adquiramos un corazón sensato. / Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? / Ten compasión de tus siervos. R.
Por la mañana sácianos de tu misericordia, / y toda nuestra vida será alegría y júbilo. / Baje a nosotros la bondad del Señor / y haga prósperas las obras de nuestras manos. R.
Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación. (Salmo 89 )
Evangelio
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
«No dejen que los llamen maestros, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen padre, porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar guías, porque el guía de ustedes es solamente Cristo.
Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido».
Africano y romano a la vez, Agustín es culturalmente mestizo: particularmente bien dotado para guiar a la vez por los caminos del intelecto y del corazón. 4 min. 57 seg.
Cultivemos el amor por lo verdadero con espíritu crítico porque a través de la búsqueda perseverante de la verdad Dios nos está rescatando de los más terribles errores. 7 min. 19 seg.
Cuántas veces juzgamos a las personas por lo que fueron, sin tener en cuenta que salieron de ahí, que hubo un proceso, un camino, una conversión. 6 min. 49 seg.
Tres grandes obstáculos frenaban a Agustín en su camino hacia Dios, produciéndole además terrible desgarramiento interior: sensualidad, amor a la popularidad y abuso de la inteligencia. 21 min. 24 seg.
Todo proceso de conversión comienza agradeciendo la paciencia de Dios, se cultiva la paciencia con nosotros mismos y saber que todo proceso debe dar fruto en obras de bondad para con nuestros hermanos. 5 min. 53 seg.
Tomar en serio la conversión significa entrar en un periodo de purificación para poner en orden el corazón, para que se afiancen las bases, para que realmente la vida cambie. 6 min. 5 seg.
Mientras la gloria humana nos divide, la gloria de Dios nos une porque en el amor del Señor cabemos todos y en su proyecto todos somos importantes. 6 min. 2 seg.
Haz una donación
para que esta obra continúe, y llegue a más personas! ¡La gloria sea para Dios!
1.1 ¿Por dónde empezar a hablar de Agustín de Hipona, si se trata de un gigante de la cultura de Occidente, un baluarte de la teología, la mística, la filosofía, la vida religiosa...?
1.2 Su mirada es intensa y profunda; su inteligencia, prodigiosa; su capacidad de afecto y de expresión, sobresalientes; tiene el balance entre la hondura del introvertido y el liderazgo del extrovertido; entre sabiduría y amor; entre el valor del pasado y el anhelo por un mejor futuro, y todo ello lo enmarca en una prolija labor, a la vez pastoral, intelectual y espiritual.
2. Testigo de dos mundos
2.1 Agustín, podemos decir, fue el hombre preciso para un momento preciso. Ante sus ojos se desmoronaba el Imperio Romano, al que culturalmente él mismo pertenecía. Ante los ojos de su alma se desplegaba a la vez un nuevo modo de existencia humana, iluminada no por las historias fabulosas de la mitología antigua, ni por el enorme esfuerzo de la razón filosófica sola. Esa nueva manera de ser y esa nueva manera de esperar del futuro se llama la fe cristiana.
2.2 Especialmente en su obra La Ciudad de Dios Agustín hace el contraste--a veces doloroso, siempre dramático--entre esos dos mundos, el de la grandeza humana, ejemplificada en Roma que se derrumba, y el de la humildad divina, ejemplificada en Cristo y en sus mártires. A precio de inmolar sus propios sueños de otro tiempo en su juventud, su elección no conoce duda: la fastuosidad clásica impresiona, pero no es menos fugaz que el placer o el ansia de poder.
3. El Doctor de la Gracia
3.1 Elegir al profeta de Nazareth por encima de la sensatez augusta de un Cicerón o de un Séneca no fue fácil para Agustín, que, como es sabido, tuvo amplios devaneos tanto en lo intelectual como en lo sentimental. Su búsqueda apasionada de la verdad, tan larga y en cierto sentido dolorosa, lo convenció también de cómo es fácil extraviarse, y por consiguiente, de cuánta conmiseración hay que tener con todos los que buscan.
3.2 Encontrar al Dios vivo no puede considerarse entonces una proeza del talento humano sino más bien una condescendencia de la compasión divina.
3.3 Este pensamiento conmovió de tal manera a Agustín que en cierto sentido se convirtió en el centro de su doctrina y su predicación. Por eso se le llama "Doctor--o sea, Maestro--de la Gracia." Gracia es aquí de la misma raíz que "gratis;" es la misma idea de "regalo," algo que no puedes calcular con tu mente ni alcanzar con tu dinero o esfuerzo pero que cuando llega, da alegría y es irreemplazable.