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Hilarus, natural de Cerdeña, cuando sólo era Diácono tuvo una intervención muy especial en el Concilio de Éfeso, actuando como legado del Papa San León I, en el 449.
No firmó la deposición de San Flaviano, Patriarca de Constantinopla. Tan mal se pusieron las cosas en aquel Concilio, el del latrocinio, que llegó a temer las iras de los adversarios y huyó llevando la apelación de Flaviano al Papa. Este texto se descubrió en el año 1882.
Desde Roma escribió a la emperatriz Pulqueria, dándole información precisa de lo ocurrido. También intervino en la cuestión controvertida entre griegos y latinos sobre la fijación de la fecha común para celebrar la fiesta de la Pascua.
Hilario sucedió al Papa San León en la Sede de San Pedro a finales del 461. Y en los siete años que duró su Pontificado, gobernó la Iglesia dedicándose por entero y con firmeza a asentar principios teóricos y prácticos en materia de disciplina y jurisdicción.
Era la puesta en marcha de ese funcionamiento interno que la Iglesia había de ir tejiendo en el tiempo, buscando el bien de los pastores, de los fieles y para la mejor difusión del Evangelio.
De modo especial hubo de intervenir en la corrección de abusos por parte de altos eclesiásticos en las Galias, como es el caso del Obispo Hermes, usurpador de la sede narbonense, sin mediación del Arzobispo Leoncio.
También tomó decisiones en el caso de Mamerto, en Viena, que consagraba Obispos sin conocimiento del Metropolitano. Y para no ser menos, corrigió igualmente abusos cometidos en España, en la provincia Tarraconense, donde algún Obispo abandonó a su grey y fijó arbitrariamente su residencia en lugar diferente. Algún otro interfería en labores pastorales ajenas, y además, existían consagraciones ilegales de Obispos.
El deseo que el Papa expresaba en la carta dirigida a Leoncio, era trabajar "en pro de la universal concordia de los sacerdotes del Señor, procurando que nadie se atreva a buscar su propio interés, sino que todos se esfuercen en promover la causa de Cristo".
En estos asuntos solía usar una forma colegiada de gobernar, inclinándose a promover encuentros de Obispos, más o menos numerosos, que le asesoraran sobre las cuestiones difíciles, le ayudaran a mirar cada problema desde distintos ángulos y le proporcionaran elementos de juicio suficientes para poder tomar decisiones justas con el ministerio y con las personas.
En Roma fomentó el culto, edificó capillas en la Basílica Constantiniana de Letrán y construyó un Monasterio dedicado a San Lorenzo. Dejó testimonio de la devoción agradecida que profesó al Apóstol y Evangelista San Juan, a quien atribuyó siempre la gracia de haber sido librado de la ira de los hombres, cuando el latrocinio de Éfeso.
Murió el último día de febrero del año 468.
San Hilario conocía bien al hombre, ese espíritu humano que es proclive a pactar con la soberbia, la comodidad, el afán de poder y el bien que reportan las riquezas; eso tan común de lo que no están exentos, ni los jerarcas de ayer, ni los de hoy.
Su fortaleza de entonces, con disposiciones claras, ayudaría a los que profetizan, santifican y mandan, a estar bien vigilantes en su esfuerzo personal de fidelidad al Evangelio.
De ese modo, no hay peligro de que el servicio a la Iglesia que comporta el ministerio, se pervierta, convirtiéndose en instrumento de lucro personal.
Bogotá, Colombia - Hoy es un maravilloso día, para dar gracias a Dios por un año mas de bendiciones y de mucha felicidad, por el milagro de la vida y por la oportunidad de conocer y compartir con tantas personas que hacen que cada día sea un motivo de alegría y nuevos retos.
Tunja, Colombia - Hija eres un gran regalo de Dios, manten siempre tu vida unida a El y deja que mamita María te ayude y te cuide; recuerda que te amamos inmensamente, el Señor te bendiga y te guarde. Feliz dia. Martha
Panamá, Panamá (1997) - Damos gracias a Dios por la bella familia que nos ha regalado y brindamos por nuestro amor para que siga floreciendo con cada aniversario.
Bogotá, Colombia (2008) - Mamita: Hoy se cumple el primer año de tu partida al encuentro con Nuestro Padre Celestial, aquí siempre serás un rayo de luz que estará iluminando nuestras vidas.
La Paz, Bolivia (1995) - Yo tenía una abuelita de carácter bastante fuerte, pero en nuestro corazón queda sus ocurrentes palabras, chistes y alegría que ha irradiado a todos sus nietos con mucho pero mucho amor. Valoremos a nuestros padres sobre todo a la mamá mientras las tengamos a nuestro lado, es invalorable la entrega y amor de todas las madres por sus hijos.
En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí.
[No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y biznietos, cuando me aborrecen. Pero actúo con piedad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos.]
No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso. Fíjate en el sábado para santificarlo.
[Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el forastero que viva en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra, y el mar y lo que hay en ellos. Y el séptimo día descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.]
Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él."
La ley del Señor es perfecta / y es descanso del alma; / el precepto del Señor es fiel / e instruye al ignorante. R.
Los mandatos del Señor son rectos / y alegran el corazón; / la norma del Señor es límpida / y da luz a los ojos. R.
La voluntad del Señor es pura / y eternamente estable; / los mandamientos del Señor son verdaderos / y enteramente justos. R.
Más preciosos que el oro, / más que el oro fino; / más dulces que la miel / de un panal que destila. R
Señor, tú tienes palabras de vida eterna. (Salmo 18)
2a.
Hermanos: Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados -judíos o griegos-, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los hombres, pero, para los llamados, sabiduría de Dios (1 Corintios 1,22-25)
Evangelio
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre." Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: "El celo de tu casa me devora." Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: "¿Qué signos nos muestras para obrar así?" Jesús contestó: "Destruid este templo, y en tres días lo levantaré." Los judíos replicaron: "Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?" Pero hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.
Destruid este templo, y en tres días lo levantaré (Juan 2,13-25)
Hay un valor permanente en los mandamientos que Dios nos dio por medio de Moisés, pero la plenitud de su voz sólo resuena en su Hijo, palabra eterna. 5 min. 5 seg.
La purificación del templo de Jerusalén es señal de la purificación que Cristo hace del corazón, elevando el sentido, la cantidad y la calidad de nuestro amor. 14 min. 41 seg.
Los mandamientos no son simples códigos para cumplir y para que nos sintamos buenos, son leyes para mantener en nosotros la claridad y nuestros corazones libres. 5 min. 16 seg.
(1) Dios ama apasionadamente a su pueblo, como un esposo enamorado de su esposa; por ese amor nos rescató de Egipto, y por ese amor nos envió a su propio Hijo. (2) Así como el corazón del templo es el altar, así el altar de cuerpo es tu corazón. (3) El lugar de la gran victoria es la Cruz. 31 min. 11 seg.
Dios quiere que nosotros de buena forma demos los pasos que debemos dar para purificarnos, pero somos obstinados y el Señor tiene que obrar con claridad y con firmeza. 5 min. 44 seg.
Lo mismo que el pueblo de Israel, también nosotros podemos resbalar hacia la mediocridad de un alma sucia; pero el vigor resuelto de Cristo actúa como nuestro aliado ayudándonos a limpiar el corazón y la vida. 13 min. 29 seg.
Nuestra vida debe ser espejo de la gloria divina y por consiguiente lo que no tenga referencia a ello le está haciendo la guerra a Dios. Al sacar lo que sobra Jesús nos da la vida nueva, la resurrección. 9 min. 35 seg.
1.1 Alguien dijo: "Tantos códigos, constituciones, decretos y leyes de los hombres... para explicar lo que ya está en los Diez Mandamientos...". Y así es.
1.2 Los mandamientos son el maravilloso compendio del querer de Dios para el hombre. No han pasado ni se han quedado sepultados en el Antiguo Testamento. Cuando aquel joven (Mt 19) le preguntó a Jesús qué tenía que hacer para tener vida, la primera respuesta de Jesús fue: "cumple los mandamientos". En la Palabra Divina hay vida y ello es particularmente cierto cuando se trata de estas palabras a las que con razón se ha llamado "caminos de libertad".
1.3 ¿Qué dicen en esencia los mandamientos? Aquello que Cristo nos hizo el favor de sintetizar. Pues si todavía nos parecía demasiado que hubiera DIEZ mandamientos, Jesús condensa todo en sólo DOS: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón... y a tu prójimo como a ti mismo" (Lc 10,27). Ser bueno es sencillo. Es posible que sea difícil, pero es sencillo.
2. La locura de la Cruz
2.1 Al parecer, Dios se propuso curar la locura de nuestro pecado con la locura de su gracia. Si nos parece absurdo que Dios entregue a su propio y único Hijo por nosotros, meditemos si no es primero absurdo darle la espalda a un Dios tan bueno.
2.2 El mandamiento principal es "amar a Dios sobre todas las cosas". Esto resulta imposible y loco, dado el atractivo y la utilidad que tienen tantas cosas que nos seducen, y dado el poder de la maldad que nos acobarda en la práctica del bien. La razón humana puede descubrir sin esfuerzo la belleza de una vida que tiene a Dios en primer lugar, pero luego resulta que la vida no sigue ese mismo camino que ve la mente, en razón de nuestra debilidad interior, de la cobardía que nos produce la arrogancia del mal y del encanto que tienen las cosas que nos apartan y dividen de Dios.
2.3 Por eso necesitamos una fuerza nueva, un poder invencible, una razón por encima de nuestra razón, que tenga eficacia en nuestras almas flacas y enfermas. Y eso es la Cruz. Es el amor que antecede y sobrepuja a todo amor. Por eso la Cruz, el amor de la Cruz, es el corazón de la predicación cristiana.
3. "No se fiaba de ellos"
3.1 Según lo dicho, podemos fiarnos de Dios. Nos inspira confianza y gratitud infinitas desde el madero de la Cruz. Mas el Evangelio dice que Jesús "no se fiaba" de la gente. Así sucede porque nuestro amor, así esté pegado al templo, no tendrá fortaleza mientras no se una al templo vivo que es el Cuerpo de Cristo. Donde entendemos que también las cosas de Dios en un momento dado pueden apartarnos de Dios. Y que hay ídolos que no tienen cara y manos.
3.2 Esto es bueno recordarlo porque, con referencia a la primera lectura, se gozan los protestantes en criticar a los católicos porque utilizamos imágenes. ¡Como si el tema de la idolatría se superara rompiendo yeso y quemando madera! El problema no está en esas imágenes de nuestros templos, las cuales si son bien utilizados más bien ayudan e inspiran a la piedad: el problema está en la perversa tendencia idolátrica del alma humana, que es capaz de hacer un ídolo incluso del templo de Dios.
3.3 Por eso todos, protestantes y católicos, tenemos que pegarnos a la Cruz de Cristo; todos, todos los seres humanos, hemos de encontrarnos en las entrañas de amor de Jesús y allí recibir y agradecer el regalo de la redención.