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A San Esteban se le llama "Protomártir" , porque fue el primer Mártir de toda la historia católica. San Esteban era uno de los hombres de confianza de los Apóstoles.
Habló y defendió muy bien a Jesús, por lo que entre los judíos se generó cierto desconcierto. Debido a ello, la tradición señala que fue llevado ante el Tribunal Supremo de la Nación, el Sanedrín, para ser acusado con falsos testigos, los cuales argumentaron que Esteban afirmaba que Jesús iba a destruir el Templo y a acabar con las Leyes de Moisés.
Sin embargo, el Santo no se atemorizó, y por el contrario, pronunció un impresionante discurso, en el cual fue recordando toda la historia del pueblo de Israel (véase Hechos de los Apóstoles 7,1-53).
A través de él, exhortó a los judíos a rectificar, reprendiéndolos por haber llegado al extremo de no sólo no reconocer al Salvador, sino de haberlo crucificado, además.
Llenos de ira, éstos lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon. Los que lo apedreaban, dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo, el futuro San Pablo que se convertirá por las oraciones de este Mártir, y que aprobaba aquel delito.
Mientras lo apedreaban, Esteban decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Y de rodillas expresaba con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Diciendo esto, murió ( véase Hechos de los Apóstoles 7,59-60).
Los cristianos lo rescataron y dieron a su cuerpo digna sepultura.
Bucaramanga, Colombia - Gracias Señor por permitirme un año mas de vida, ayudame a seguir a tu servicio y seguir estudiando tu Divina Palabra. Bendiceme Dios mio y dadme la salud.
Monterrey, Nuevo León, México (1967) - Acción de Gracias a Dios por la Esposa, los Hijos y Nietos que me ha dado. Pido la obediencia y docilidad a su Santo Espíritu para que me inspire la Sabiduría Necesaria para Formarlos y orientarlos a Él que es quien me los ha dado. Amén
Monterrey-Nuevo León, México (1998) - Quiero dar Gracias a Dios nuestro Señor por su infinita misericordia hacia mi y los mios y al permitirnos llegar de la mano a nuestro 12º Aniversario de nuestro matrimonio con salud, trabajo y al lado de nuestro hijo José Juan fruto de nuestro amor.
En 1586, como respuesta de amor a las suplicas de la piadosa Maria Ramos, este milagro marca la historia de Colombia con un signo de la Providencia y cercanía de Dios.
Yauco, Puerto Rico (2007) - Elevo mi oración al Todopoderoso por quien fuera nuestro guia y confesor por tantos años. Aun, después de un año de su partida al cielo, recibimos su mensaje orientador en el boletín parroquial todos los domingos. Descanse en paz, el Rev. P. José Fernandez. Hoy nuestra parroquia celebra la Santa Misa en su recuerdo. Siempre lo tenemos presente en nuestras oraciones. Mayda Perez
Asunción, Paraguay (2008) - A 2 años y medio de tu partida confiando en el grande amor de nuestro Padre Celestial, en la Misericordia de Jesucristo y la protección de María Santísima ruego que brille para tí la Luz Perpétua y que nos envíes la bendición, especialmente esta navidad que vamos a la casa nueva. Con cariño Caro, Mario, Lucas, Giuliana y Gabriela Fassardi Vera.
Jinotega, Nicaragua (2008) - Se realizará retiro de conversión los días 26,27 y 28 de diciembre en El Tepeyac hogar del Siervo de Dios Fray Odorico de Andrea, en el maravilloso poblado de San Rafael del Norte, Jinotega, Nicaragua
En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Oyendo estas palabras, se recomían por dentro y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: "Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios." Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejando sus capas a los pies de un joven llamado Saulo, se pusieron también a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: "Señor Jesús, recibe mi espíritu." Luego, cayendo de rodillas, lanzó un grito: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado." Y, con estas palabras, expiró.
Sé la roca de mi refugio, / un baluarte donde me salve, / tú que eres mi roca y mi baluarte; / por tu nombre dirígeme y guíame. R.
A tus manos encomiendo mi espíritu: / tú, el Dios leal, me librarás. / Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. / Te has fijado en mi aflicción. R.
Líbrame de los enemigos que me persiguen; / haz brillar tu rostro sobre tu siervo, / sálvame por tu misericordia. R.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. (Salmo 30)
Evangelio
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: "No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará."
No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre (Mateo 10,17-22)
El martirio de Esteban nos recuerda que Cristo vino a esta tierra fundamentalmente para ofrecer por nosotros lo que recibió de nosotros. 4 min. 24 seg.
Hay una hermosa complementariedad entre el 25 y el 26 de diciembre: que no falte profundidad a la alegría, ni gozo a la hora del martirio. 5 min. 26 seg.
Sin apoyarse demasiado en el ser humano pero llenos de compasión hacia su fragilidad: tal es la estructura del amor que Cristo quiere en nosotros. 8 min. 16 seg.
El mismo Dios que hizo santo a Esteban y que le permitió ser libre, es el mismo Dios que quiere hacer su obra en nosotros: santos, enamorados, gozosos y testigos para la gloria de Cristo Jesús. 4 min. 16 seg.
El mejor regalo de Navidad para Jesús es nuestra vida cristiana renovada por el amor, la sangre, el vigor y el fuego de los mártires que dieron y siguen dando su vida por Cristo. 6 min. 11 seg.
FIESTA DE SAN ESTEBAN, PROTOMÁRTIR - Aprendamos del valor de San Esteban, no nos dejemos atemorizar y estemos despiertos porque el mundo quiere taparse los oídos y perpetuar los prejuicios en contra de la fe. 6 min. 23 seg.
Al igual que Esteban estamos llamados a ser independientes y libres para ser capaces de denunciar las idolatrías de nuestro tiempo aunque nos traiga sufrimiento. 6 min. 50 seg.
El mensaje de Esteban es inseparable del mensaje de la Encarnación porque la Encarnación muestra el cumplimiento fiel del amor de Dios a su pueblo. 5 min. 31 seg.
La Iglesia está llamada al martirio, a mostrar la verdad, a servir en lo material, pero es poco frente a Quien da eternidad, frente Aquel que da la luz de la gracia. 6 min. 33 seg.
Quien se deja moldear del Espíritu Santo recibe de Él ojos para reconocer a Jesús, oídos para escuchar y obedecer su Palabra, corazón para amarle y cuerpo donde Él pueda reinar. 6 min. 31 seg.
El martirio de San Esteban nos muestra las cuatro armas que trabajan juntas para defender la fe del cristiano: el testimonio, la constancia, el Espíritu Santo y la oración. 7 min. 48 seg.
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1.1 Entre el día de ayer y el de hoy se dan inmensos contrastes. Ayer celebrábamos un nacimiento; hoy recordamos una muerte. Ayer se proclama la paz en cánticos del cielo; hoy un alud de insultos y pedruscos ejerce violencia en la tierra. Ayer nos hemos gozado viendo el triunfo del amor; hoy parecieran imponer su lenguaje la intransigencia y el odio.
1.2 Mas hay también nexos profundos entre ambas celebraciones. La muerte de Esteban no es otra cosa que un nacimiento, un nacer para el cielo. Como dicen los Santos Padres: "nació Cristo en la tierra para que Esteban pudiera nacer para el cielo".
1.3 Además, la paz de la natividad, según comentábamos en otra ocasión, no es ausencia de problemas sino superación interior del poder tiránico que los problemas quieren tener sobre nosotros. De acuerdo con ello, no están distantes la paz de la Navidad, en medio de tantos sinsabores, y la paz del martirio de Esteban, en medio de tantos insultos y piedras. Finalmente, es un mismo amor el que vence los obstáculos para que Cristo venga al mundo y el que vence las agresiones que pretenden impedir su reinado en nuestros corazones. El amor hizo la Navidad; el amor hizo al primer mártir.
2. Cielos Abiertos
2.1 En adviento recordábamos, quizá con lágrimas de devoción en nuestros ojos, aquella plegaria sentida de Isaías: "ojalá rasgaras el cielo y bajaras" (Is 64,1). Esta oración fue escuchada, y la Navidad es la gran respuesta a ella. Pero Jesús, que "rasgó los cielos", y bajó, "es el mismo que subió" (Ef 4,10), de modo que los cielos, abiertos por su amor para que él bajara, han quedado así abiertos por su amor para que nosotros subamos, y Esteban es en cierto modo el primero en hacerlo.
2.2 No olvidemos, pues: el fruto de la Navidad son los cielos abiertos. Por eso abundan los ángeles, por eso también las súplicas de los hombres son particularmente escuchadas, según aquello que hemos aprendido que Jesús dijo a Santa María Margarita Alacocque: "lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia, y nada te será negado". No es una fórmula "mágica", sino la expresión, en términos de confianza y de intercesión, de aquello que hemos afirmado: la Navidad significa cielos abiertos.
2.3 Poco antes de morir Esteban proclamó este misterio. Su muerte era su gran Navidad. Dijo, en efecto: "Veo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios" (Hch 7,56). Nuestra muerte, como la de Esteban, ha de ser eso: ver los cielos abiertos, ver al Hijo de Dios.
3. Perseverar hasta el fin
3.1 El evangelio de hoy nos invita, como es natural, a admirar la gracia propia del martirio, un género de muerte particularmente espantoso, pero también particularmente significativo y fecundo. Y en este evangelio Jesús nos apremia a perseverar hasta el final. Ese llamado adquiere un tono particular cuando lo relacionamos con la Navidad. Un nacimiento es un comienzo, y he aquí una lectura que nos llama a llegar hasta el final.
3.2 Y tiene mucho sentido, porque de poco sirve acoger a Cristo bebé si no es para dejarlo crecer en nosotros. Sea la última enseñanza de esta reflexión meditar en ello: ¿he acogido al Niño Jesús para dejarlo crecer en mí? Un santo, como es santo Esteban, es uno que dejó crecer a Jesús en sí mismo. La santidad, especialmente la santidad del martirio, no es otra cosa que un Cristo maduro, un Cristo que ha crecido en la vida de alguien.
3.3. Quede, pues, el propósito: mientras celebramos a Cristo Niño en Belén y mientras nos alimentamos de Cristo-Eucaristía en la Santa Misa, crezca Él en nosotros; viva su misterio en nosotros, cumpla su edad perfecta en nosotros, como ya la cumplió en Esteban, su primer gran testigo.