San Francisco nació en el Castillo de Sales, Saboya, el 21 de agosto de 1567, siendo bautizado al día siguiente como Francisco de Buenaventura. Tuvo como Patrono y modelo a San Francisco de Asís.
A los catorce años, el Santo ingresó en la Universidad de París, donde estudió retórica, filosofía y teología. A los 24 años, obtuvo el doctorado en leyes en Padua y regresó al seno familiar.
Fue ordenado sacerdote dos años más tarde, a pesar de la oposición de su padre. Posteriormente, Francisco se ofreció a evangelizar la región de Chablais, donde las condiciones de los habitantes eran deplorables a causa de los constantes ataques de los ejércitos protestantes.
La tarea no era fácil, y en los primeros años, el fruto del trabajo misionero se veía muy escaso. Sin embargo, gracias a su paciencia y humildad, poco a poco consiguió abundante número de conversiones, restableciendo la fe católica en la provincia.
En 1602, Francisco fue elegido Obispo de Granier. Dos años después, conoció a Santa Juana Francisca de Chantal. El resultado del encuentro de los dos Santos, terminó siendo la fundación de la Congregación de la Visitación.
Alrededor de 1622, San Francisco de Sales falleció, luego de meses de agonía y sufrimiento.